¿Es muy prematuro el lanzamiento de la carrera por la candidatura presidencial demócrata en los EE.UU.? ¿Qué perspectivas reales hay de que surja un candidato competitivo que pueda desplazar del gobierno a Donald Trump?
Simpaticemos o no con el grotesco personaje, las probabilidades de que Trump no logre reelegirse son bajísimas. Si bien no es imposible que fracase en su intento reeleccionista, en la historia no abundan los ejemplos donde un presidente en ejercicio no logre reelegirse. Recordando un poco la historia más reciente, Jimmy Carter fue derrotado en su intento reeleccionista y George Bush (padre) también falló en reelegirse como presidente luego de su primer mandato. Sin embargo, no hay que olvidar que Bush había sido dos veces vicepresidente de Ronald Reagan. En lo que respecta a las primarias y la nominación presidencial, creo recordar ahora que, el único presidente en ejercicio que perdió su nominación como candidato (demócrata) en 1856 fue el presidente Franklin Pierce. En el caso particular de Donald Trump tendríamos que considerar, además, que los Estados Unidos transita un ciclo de expansión económica con fortalecimiento del dólar y el desempleo en baja. Esto no sólo refuerza su propia base de sustentación en el “ámbito doméstico” sino que lo potencia como el principal candidato de cara a las primarias y las presidenciales del próximo año. Que el Comité Republicano haya adelantado un apoyo “sin fisuras” a Trump es una señal muy clara y nada habitual.
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