Los únicos datos que se difundieron en la noche del domingo le otorgaban el 45,28% de los votos a Evo Morales y el 38,16% a Carlos Mesa. Así, el presidente debería enfrentar una segunda vuelta por primera vez en 14 años en el poder. A la madrugada se conoció que cancelaron el escrutinio provisorio de las elecciones y los resultados definitivos podrían demorarse hasta ocho días. Esta decisión ha generado malestar en Comunidad Ciudadana, un fuerte reclamo de la misión de observadores de la OEA, y el pedido de Mesa a una vigilia ciudadana para cuidar el voto. Una fuente cercana al candidato opositor ha definido la situación como un intento de “golpe de Estado”. La presidenta del TSE, María Eugenia Choque, justificó la determinación de dejar en suspenso la transmisión hasta un 100 por ciento con el argumento de evitar una “confusión” con el inicio de los cómputos oficiales en cada uno de las nueve regiones de Bolivia.
lunes, 21 de octubre de 2019
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