lunes, 15 de marzo de 2021

Asseff: “UNIR y el peronismo republicano ayudamos a completar y ampliar la propuesta de Cambio”

 
Periodista: En distintas etapas, desde la formación del PRO y luego JxC, dirigentes provenientes del peronismo fueron integrándose a este Frente. Santilli y Ritondo entre otros y luego muchos más. ¿Qué principios debe observar un peronista para ser considerado Peronista Republicano o Peronista para el Cambio ?

Alberto Asseff: En primer lugar, en general los peronistas, que en rigor fueron fundadores del Pro convocados por Mauricio Macri, han sido manifiestamente fieles al pensamiento inspirador e iniciático. La libertad es el eje de la fuerza que nació en 2003. Quizás los peronistas como Ritondo y Santilli contribuyeron a darle la tonalidad emocional y la sensibilidad social que completa la libertad, articulando un propuesta integral de Cambio. Eso hay que seguir profundizándolo.

P: A partir de un acuerdo con Pichetto, el partido UNIR, está trabajando con el objetivo de seguir sumando voluntades en general y en particular peronistas. ¿Ustedes consideran que sin el voto de por lo menos un sector del peronismo no se puede ganar la elección ?

A.A.: La elección se debe ganar porque la propuesta de Cambio es mejor que el populismo vigente. Y porque ese Cambio la ciudadanía intuya que será tan intenso como políticamente viable. Los desilusionados son el quíntuple que los peronistas republicanos o cualquier otro sector que adhiere al Cambio. La elección se desbalanceará a nuestro favor si somos capaces de darnos una sólida unidad en incesante proceso de ampliación, una eficaz organización política y si garantizamos que el próximo gobierno será de coalición. Con el peronismo republicano no alcanza y sin él tampoco. En el Cambio no sobra nadie – salvo los especuladores, los que no tienen genuina convicción de las reformas ineludibles y por supuesto quienes conciben a la política como negocio personal. Pichetto es mucho más que un peronista republicano. Es un dirigente experimentado y lúcido llamado a ser agente superador del viejo y desgastado peronismo y articulador de una nueva síntesis en nuestra marcha histórica. Él puede unir la libertad con la nación, casi la totalidad de nuestros dos siglos de vida disociados, salvo intervalos lúcidos, como decimos los abogados, como los de Roca e Yrigoyen.

P: Ya comenzaron los primeros actos de peronistas en el Cambio, ¿cuál es el balance inicial?

AA: Prometedor, pero perfectible. Creo que debemos ser más potentes en el carácter inclusivo. El Cambio no puede componerse por estamentos diferenciados, como liberales, peronistas republicanos, radicales. Esto debe ser un solo haz, ciertamente con matices. Pero no con una especie de líneas internas en constante puja. Eso no le sirve al país. Para convocar a la unión nacional – algo indispensable por la profundidad de la crisis - antes que nada nosotros debemos probar que estamos unidos a fondo. No podemos exhortar a que los otros hagan lo que nosotros no hacemos.

P: ¿Como parte de este balance, podríamos en términos contables hablar de activo, pasivo y patrimonio?

AA: El pasivo son nuestras deudas políticas, sociales, económicas. Nuestros deberes incumplidos para con la nación. El activo, nuestra convicción de que la Argentina tiene que cerrar el largo capítulo de la decadencia e iniciar un gran libro de resurgimiento en todos los planos, empezando por los valores que deben reentronizarse. No sé cuál es nuestro patrimonio político. No se come el pescado antes de pescarlo. El día que el país visualice que estamos cambiando entonces sí podremos hablar de patrimonio que serán los logros permanentes de la Argentina reformada. 

P: Hasta ahora los peronistas que se sumaban como el intendente de San Miguel de Tucuman, German Alfaro o el senador santafesino Carlos Reutemann, se integraron individualmente ¿ De aquí en más, con el desarrollo del ala Republicana del peronismo, tendrán un lugar nacional y en cada provincia como un partido más integrante de JxC a la hora de conformar las listas?

AA: Claro. A la hora de las listas y antes en el tiempo de mostrar al país cuánto hemos Cambiado para que el Cambio reenamore a los argentinos. UNIR y los peronistas republicanos con los que hemos celebrado un Acuerdo Político el 17 de febrero pasado no somos “un partido más”, sino la concreción de la necesaria, y aceptada por todos como ineludible, ampliación de Juntos por el Cambio. No hay ni tiempo ni tiene sentido empezar otra construcción. Hay que refaccionar y desplegar el edificio del Cambio que con su Marcha de los 30 Días Macri probó que era y es tan fuerte que aún en medio de las 
dificultades fue capaz de obtener el 41% de las voluntades ciudadanas, a apenas 7 puntos del rejunte hoy oficialista, que reúne desde Juan Grabois- promotor de las usurpaciones - hasta Guillermo Moreno que presume de ortodoxia.

P: ¿Este lugar ya se lo reconocen CC, UCR y PRO?

AA: Entiendo que lo están procesando. El reconocimiento es inexorable, por el bien del conjunto. Y sobre todo, para asegurar la gobernabilidad a partir de 2023. Esta seguridad no la darán ni la ‘rosca’ ni los pactos circunstanciales. La brindará la organización ampliada y sólida del Cambio. No es un acuerdo especulativo y momentáneo. Una foto en Olivos. Es un compromiso de verdad para realizar juntos el Cambio. Esta vez hay que honrar todos los compromisos comenzando por el que conlleva nuestro nombre “Juntos por el Cambio”. Juntos y Cambio. Los dos son indispensables.

P: ¿Que suman UNIR y el Peronismo Republicano en este armado?

AA: Reitero que ayudan a completar la propuesta de libertad para los argentinos en el marco de un sentido nacional y de defensa de nuestros intereses vitales, incluyendo la justicia social verdadera, no la populista. Justicia que se materializa a partir del trabajo, no de la asistencia social. Ésta debe ir reduciéndose a la mínima expresión en paralelo al ensanchamiento del horizonte del trabajo que a su vez debe ser cada vez más calificado.

P: ¿Hay contactos con sectores descontentos heridos del kirchnerismo?

AA: Circunstanciales, esporádicos, generalmente ocasionales. Cuando el kirchenerismo empiece a desgranar a dirigentes que realmente se convenzan que el país sale con políticas públicas inteligentes más la actividad privada ensanchada, es decir Estado más privados, entonces podremos avanzar con ellos. Si siguen en ideas arcaicas, es mejor que el pueblo se dé cuenta del fracaso a que nos confunda a nosotros como cómplices.

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