Cada vez que, en algún momento de la Historia de la Humanidad – desde el primer incendio de la Biblioteca de Alejandría a la fecha – lo que se buscó fue acallar ideas, pensamientos y opiniones ocurrió por estar imperando regímenes despóticos, dictatoriales, tiránicos. Recuerdos de esto aún están frescos en la Argentina y en Europa.
No es posible permanecer callados ante anuncios así. Pues quien calla, otorga. En este caso, quien calla es cómplice. Y para que no suceda lo sentenciado por la célebre poeta alemana Heinrich Heine, cuando señaló «Donde se queman libros, se termina quemando también a las personas», es que preferimos mantener vigente la frase atribuida al filósofo Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que Ud. dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo."
Antonio Las Heras, Secretario de Prensa
Jorge Giorno, Presidente
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