El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 28 dio a conocer este miércoles el veredicto en el juicio al intendente de la localidad tucumana de Famaillá, José Orellana. El funcionario, acusado de haber abusado sexualmente de Agustina Poch, quien hace seis años trabajaba como asesora de la exdiputada Gabriela Troaino en el Congreso de la Nación, fue condenado a 3 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El funcionario fue acusado de haber abusado sexualmente de Agustina Poch, quien hace seis años trabajaba como asesora de la exdiputada Gabriela Troaino en el Congreso de la Nación.
Se trata de la primera vez que se lleva a un exrepresentante de la Cámara de Diputados al banquillo de los acusados.
El debate está a cargo de los jueces Carlos Mariano Chediek, Carlos Alberto Rengel Mirat y Federico Marcelo Salvá.
El viernes fue la audiencia de los alegatos finales, en la que cada una de las partes expuso durante 40 minutos.
Los primeros en tomar la palabra fueron los abogados de la querella, quienes plantearon “que se trató de un hecho de violencia institucional, además de un abuso sexual hacia Poch” y pidieron que se condene a Orellana a la pena de cuatro años de prisión efectiva, según detalló a TN Sofía Morandeira, una de las letradas del equipo.
Luego fue el turno del fiscal, que realizó un análisis pormenorizado de toda la prueba expuesta en el debate y solicitó que se condene a Orellana a la pena de tres años y seis meses de prisión -también de cumplimiento efectivo- y sumó la pena de inhabilitación perpetua para el ejercicio de funciones públicas.
Por último, los abogados de Orellana hicieron un planteo de nulidad de los alegatos de la querella y pidieron la absolución del intendente de Famaillá, que estuvo presente en el tribunal.
Agustina, en cambio, no asistió personalmente para “no cruzarse con el imputado”, pero presenció los alegatos a través de la plataforma Zoom. Hoy también estará conectada para escuchar el veredicto final. “Es la única manera para evitarle una situación que no quiere atravesar”, sostuvo Morandeira y precisó que la mujer no quiso hablar durante el proceso judicial para resguardarse.
La letrada detalló que para la víctima “fueron años muy largos, de mucha lucha y muy intensos”. “Gracias a que Agustina tuvo una entereza y valentía muy grande, pudo darle continuidad a la lucha. Esperemos que todo salga como esperamos”, afirmó la letrada en la previa.
El abuso sexual denunciado
El abuso denunciado ocurrió durante el mediodía del 11 de noviembre de 2016. En un primer momento, la víctima aparecía en los medios de comunicación con un pseudónimo y luego decidió dar a conocer su identidad, momento en que aprovechó para relatar en primera persona lo que vivió.
La chica contó que ese día recibió un llamado desde el área de seguridad, en el que le avisaron que no podían contactarse con la oficina de Orellana. El motivo es que había personas que querían verlo y necesitaban reportarlo. Es por ello que Poch ingresó al despacho.
Poch salió espantada y rápidamente tomó dimensión de lo que había sucedido; por eso acudió rápidamente a Troiano para contarle el aberrante hecho.
“Yo estaba de viaje, la llamé por teléfono y me la encontré llorando, encerrada, desesperada. Le dije que se vaya de ahí y que busque a alguien que la acompañe porque era viernes y en general en la cámara los días viernes no hay mucha gente”, contó Troiano en diálogo con La Nota Tucumán.
El acusado, días después, le envió mensajes y le pidió que no hiciera la denuncia porque podría traerle problemas. “Lo único que te pido si es cierto que hay denuncia, que no me perjudiques porque yo tengo familia y en mi cargo complica todo. Gracias de corazón”, decía el mensaje de WhatsApp.
Sin embargo, la denuncia no lo complicó: Orellana terminó su mandato como diputado nacional por Tucumán del exFrente para la Victoria -pese a los proyectos presentados para suspenderlo-. Incluso, él siempre negó los hechos y sostuvo que se trataba de una “operación política”. En 2019 fue elegido en las elecciones locales como intendente de Famaillá.
Agustina padeció trabajar en el mismo lugar que su abusador. Durante meses hacía todo tipo de maniobras para evitar cruzárselo hasta que dejaron de compartir edificio.
Aunque había sido sobreseído en primera instancia, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ordenó en 2020 el procesamiento de Orellana por considerarlo “autor penalmente responsable del delito de abuso sexual”.
Ese mismo año, la Comisión de la Mujer de la Cámara de Diputados de la Nación decidió realizar una reparación histórica a Agustina y la incorporaron al Departamento de Géneros y Diversidad Sexual de la Cámara por sus conocimientos en el área de la Sociología.
El abuso denunciado ocurrió durante el mediodía del 11 de noviembre de 2016. En un primer momento, la víctima aparecía en los medios de comunicación con un pseudónimo y luego decidió dar a conocer su identidad, momento en que aprovechó para relatar en primera persona lo que vivió.
La chica contó que ese día recibió un llamado desde el área de seguridad, en el que le avisaron que no podían contactarse con la oficina de Orellana. El motivo es que había personas que querían verlo y necesitaban reportarlo. Es por ello que Poch ingresó al despacho.
Una vez adentro, el político comenzó a propasarse.
No solo la agarró de las manos y le hizo comentarios fuera de lugar, sino que también acercó su cuerpo al de ella y tuvo actitudes no consentidas.
“Seguro que nadie te besó así, ¿no?”, contó ella que le dijo mientras se propasaba.
Poch salió espantada y rápidamente tomó dimensión de lo que había sucedido; por eso acudió rápidamente a Troiano para contarle el aberrante hecho.
“Yo estaba de viaje, la llamé por teléfono y me la encontré llorando, encerrada, desesperada. Le dije que se vaya de ahí y que busque a alguien que la acompañe porque era viernes y en general en la cámara los días viernes no hay mucha gente”, contó Troiano en diálogo con La Nota Tucumán.
El acusado, días después, le envió mensajes y le pidió que no hiciera la denuncia porque podría traerle problemas. “Lo único que te pido si es cierto que hay denuncia, que no me perjudiques porque yo tengo familia y en mi cargo complica todo. Gracias de corazón”, decía el mensaje de WhatsApp.
Sin embargo, la denuncia no lo complicó: Orellana terminó su mandato como diputado nacional por Tucumán del exFrente para la Victoria -pese a los proyectos presentados para suspenderlo-. Incluso, él siempre negó los hechos y sostuvo que se trataba de una “operación política”. En 2019 fue elegido en las elecciones locales como intendente de Famaillá.
Agustina padeció trabajar en el mismo lugar que su abusador. Durante meses hacía todo tipo de maniobras para evitar cruzárselo hasta que dejaron de compartir edificio.
Aunque había sido sobreseído en primera instancia, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ordenó en 2020 el procesamiento de Orellana por considerarlo “autor penalmente responsable del delito de abuso sexual”.
Ese mismo año, la Comisión de la Mujer de la Cámara de Diputados de la Nación decidió realizar una reparación histórica a Agustina y la incorporaron al Departamento de Géneros y Diversidad Sexual de la Cámara por sus conocimientos en el área de la Sociología.
Fuente: Contexto - TN
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