El 2022 se caracterizó por un bajo nivel de leyes aprobadas y sesiones. El año legislativo dejó 37 leyes en un marco de 26 sesiones en el período ordinario. Así, junto a 2018 y 2019, 2022 se convierte en uno de los años con menor productividad en términos de cantidad de leyes y sesiones. En 2022 hubo más trabajo en comisión que en los años pasados, evidenciando que para aprobar menos leyes, fue necesario más diálogo.
El número reducido de leyes se explica principalmente a raíz de una relación de fuerzas de mayor paridad entre el oficialismo y la oposición. El Congreso actual tiene como principal característica la necesidad de diálogo. Ningún espacio político cuenta con la posibilidad de fijar su agenda en forma independiente. Es decir que, para lograr el quorum primero y después la aprobación de leyes, se requiere del convencimiento a otros sectores.
La escena legislativa también se vio afectada por discusiones de alta tensión política: la composición del Consejo de la Magistratura o la reforma de la Corte, entre otros. La escalada de este tipo de discusiones hizo que las vías de diálogo existentes entre el oficialismo y la oposición se debilitasen impidiendo su sanción y obligando al Congreso a avanzar casi exclusivamente sobre temas de consenso. Un ejemplo de ello fue el casi completo cese de actividades durante el mes de diciembre.
Al mirar la actividad legislativa suele ponerse el ojo en los indicadores de leyes y sesiones, no obstante el trabajo legislativo tiene otro indicador clave, menos taquillero pero crucial en la dinámica legislativa: la actividad de comisiones. Este es el espacio en donde se materializan (o se produce el intento de materializar) las discusiones políticas en leyes. A diferencia de los años recientes (2020 y 2021) en 2022 aumentaron las reuniones de comisión. Este hecho evidencia la vocación de legisladores de todo el espectro político de dar los debates a pesar de que esas discusiones no se hayan traducido en un mayor volumen de sanciones respecto a los años previos.
De cara a 2023, la tendencia de pocas leyes y pocas sesiones en la serie podría mantenerse y probablemente acentuarse. En el corto plazo, las diferentes posturas políticas en torno a la justicia, reflejadas en el pedido de juicio político a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), serán clave para el comienzo del año legislativo. A partir de allí, y conforme se acerquen las elecciones generales nacionales (y las provinciales), es posible que el escenario de baja productividad legislativa en los recintos se acentúe.
Fuente: Directorio Legislativo
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