Allá por
septiembre
Los primeros
capullos
abrieron las
copas.
Como
desperezándose
de sus sueños, de un
arrullo,
se partieron en pocas
horas.
Hoy es el despertar del
gozo.
Este día cualquiera, esta calma,
esta
tarde presuntuosa,
parecen indicarme , y no hay
equivocación, miles, y una sola
cosa.
En cada palma de mano,
en el aire, en cada sentido.
A mi viene. Se acerca. Lo
sé.
Me
demorará.
Cortará mis pasos desviando cada
/camino.
Me atrapará y me dejaré
detener.
Se acerca, lo
sé.
Se acerca una
mujer.
Y. H.
Del Libro Inédito “Por los
Confines de Aquí Nomás”
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