En plena sesión, cuatro diputadas al borde de un ataque de nervios...Carrió, Conti, Camaño y Mendoza

  
Al iniciar la sesión, Carrió planteó una cuestión de privilegio contra Conti, presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, por sus “maltratos a la oposición” en el debate de la reforma petrolera de ayer. Recordemos que la diputada kirchnerista se había cruzado con la massista Graciela Camaño por haberles echado en cara a los funcionarios ejecutivos los problemas energéticos del país con un discurso de 20 minutos, en lo que no hubo preguntas (ver nota relacionada).
“Le pedí que vaya a las preguntas porque estaba rompiendo el esquema de trabajo”, explicó Conti y advirtió que entonces Camaño “apeló con bajeza a cuestiones de mi vida personal”.
Visiblemente enfurecida, Conti atacó luego a los radicales: “Ustedes, machos, ¿por qué no salen a defender cuando la que hace las cosas las hace mal? ¡Le pedí pertinencia; abocarse a la agenda! ¡En mi llamado al orden no había una sola mala palabra ni un golpe bajo!”.
Y luego continuó contra Camaño: “Como ahora no cachetea (en alusión al golpe que le dio Carlos Kunkel), da un golpe bajo y dijo que le tiraba la ropa a mi marido afuera de la casa. Además de estar mal informada, usar ese golpe bajo contra un legislador, no solo es de mala persona y mala compañera, es también indigno contra el cuerpo (parlamentario) entero”.
Entonces Conti volvió a dirigirse a Carrió, según informa Semanario Parlamentario: “Como son parecidas en las chicanas, o viene a romper los esquemas o, como antes llamabas a las puertas de los cuarteles, ahora vas y haces denuncias contra los jueces”.
Cuando parecía que el conflicto había terminado, apareció Sandra Mendoza, quien rechazó las acusaciones de su par kirchnerista y salió en defensa de su coprovinciana.
“Quiero salir en defensa de Carrió y no quiero callarme la boca. Porque ‘Lilita’ Carrió viene de la procedencia de padres radicales demócratas (…) Los Carrió han sido demócratas como los Mendoza, los Pedrini”, reaccionó la exesposa del jefe de Gabinete Jorge Capitanich, y disparó: “La alegría es revolucionaria y la mentira es grotesca”.