La primera sesión ordinaria del año del Concejo Deliberante de Mar Chiquita dejó heridas en el seno del bloque de Cambiemos, que se dividió tras el voto de dos ediles propios junto a la oposición. La polémica estalló cuando Alejandro Arrechea (PRO) y Valeria Velázquez (UCR), impulsaron un pedido de informes para que el Ejecutivo del intendente Carlos Ronda adelante la rendición de cuentas de la Fiesta Nacional de la Cerveza Artesanal, que tuvo lugar del 18 al 25 de febrero último. La solicitud de los "rebeldes" fue acompañada por los seis concejales de Unidad Ciudadana, con la condición de que se agregara al pedido de informes el balance de la Fiesta del 2018. En contra votó el resto de la bancada de Cambiemos: Vanina Reyes (PRO), Verónica Altamiranda (UCR), Eduardo Orlandini (UCR), Mariano Fillipi (UCR), Mateo Escudero (UCR) y el Presidente del HCD, Oscar Flores (UCR), En los corrillos políticos se conocía la distancia que había tomado Velázquez de la conducción de Cambiemos desde hace un tiempo, planteando diferencias en el sendo del radicalismo, fundamentalmente con aspectos de la gestión municipal y el descontento con el manejo de la delegación Santa Clara, con Pablo Méndez al frente. Finalmente, Méndez se alejó y la edil se anotó un triunfo, aunque el sucesor no fue alguien afin y el intedente decidió colocar allí a Alfredo Rabino. Punto para la conducción radical, asegura El Ciudadano de Mar Chiquita, y alejamiento definitivo de Velázquez. En el caso de Arrachea, referente del PRO en el distrito, acompañó a la edil a sabiendas de que tiene pocas chances de renovar su banca y con un historial de enfrentamiento con la conducción cambiemita.
Fuente: La Tecla
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