Familiero, amigo, compañero, luchador, valiente, cojonudo… fueron los significantes usados por todos aquellos que se cruzaron con él, en la calle o en el barro. Si, un barro político sin límites, una forma de insultar a la palabra política, Rousseau se estará retorciendo por ahí en algún rincón.
Tal fue la envergadura de ese “loco” con su sombrero icónico, que se ponía a gritar en cualquier lugar y decir lo que muchos callan. Muchos desde los autos al pasar, les agradecían, pero otros, los otros, los conniventes del Modelo Formoseño: lo hostigaban, lo acusaban, lo deshumanizaban…
Como deshumanizan a los presos, cualquier similitud con Formosa corre por su cuenta, o como mercantilizan la política (cada persona: un voto). En los últimos meses, chequeen archivo, fue amenazado, golpeado, detenido, cancelado, pero la gota que rebalsó el vaso, fue la amenaza que si no se callaba “iban por su familia”. Ningún padre puede resistir tanto. Ni ninguna real democracia puede llamarse como tal.
Cuando la política mata
Senn era el fundador del Equipo Republicano en Formosa y desde el Equipo Nacional se realizó una despedida a este luchador que peleó hasta su último suspiro por la libertad formoseña, frente a la Casa de la provincia de Formosa en CAB, ayer 14 de septiembre.
“Es muy fuerte, fue un mazazo, todos sabemos de la tremenda lucha de Gustavo por la libertad de todos los formoseños siempre en contacto con todos nosotros y pidiéndonos apoyo y ayuda”, expresa Aura Marina Ríos Flores, referente del Equipo Republicano. Asimismo, remarcó que “sabemos la terrible presión, persecución y tortura a nuestro amigo Gustavo Senn y a toda su familia, la última presión fue que su hijo estaba siendo amenazado de muerte, que lo iban a secuestrar, era demasiado”.
Ríos Flores recuerda algunas palabras de Senn ante la impotencia que sentía, decía “voy a seguir en la lucha, este corrupto no me va a bajar los brazos”, refiriéndose al gobernador Insfrán.
Entre los presentes, estaba uno de los Comerciantes Unidos por Formosa (CUF), Pablo “Turco” Siddig, que inconsolablemente mostraba su admiración por Gustavo Senn, “él fue la persona que me inspiro en Formosa, este es el formoseño que tiene que existir en Formosa, que debería replicarse en todo argentino que lucha por el país, por la libertad y por la democracia, se me fue un amigo, un luchador”. Y rescata que “Gustavo era tremendo, te hacía reír, te daba fuerzas, tenía algo que te levantaba el día”.
Citando una frase del músico-poeta Eyedea apropiado para este hasta luego, le vale al SEÑOR DEL SOMBRERO … “Un día fui un solitario extraño, hoy soy el héroe de algunos” …
Por Alejandra Passarelli
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