El diputado encabezó un acto del Partido Libertario en La Plata en el que se desplegaron carteles con su candidatura a Presidente.
Javier Milei aprovechó su visita a La Plata para hacer un ensayo de su lanzamiento a Presidente. En un acto en el Teatro Bar, un reducto pequeño de la capital provincial, organizado por su Partido Libertario, se desplegaron carteles con la leyenda "Milei Presidente".
Como siempre, Milei calentó el público con anuncios apocalípticos: "Estamos al borde del estallido. Que lo sepa la casta: se viene el estallido", afirmó.
En las horas previas, los armadores políticos de Milei trabajaron de manera sigilosa en la organización del acto. Son las primeras incursiones del economista en el territorio bonaerense y desde el Partido Libertario buscan dar pasos seguros de cara a 2023.
"Le guste o no le guste a la casta, yo soy del Partido Libertario", comenzó diciendo Milei, en una frase que generó la primera ovación. Más adelante, el economista cuestionó el argumento de las crisis cíclicas. "Esa cuestión cíclica de la economía populista no sirve para explicar la decadencia. Argentina lleva 100 años de decadencia. Empezamos a caer cuando abrazamos las ideas socialistas", dijo.
En ese momento alguien del público gritó "¡Yrigoyen puto!". Un arrebato que todos festejaron. Incluso el propio Milei.
En la sala del Teatro, Milei se posicionó en el centro del escenario con un atril. Detrás, sus dos armadores políticos oficiaron casi de guardaespaldas y siguieron de pie -uno a cada lado del líder libertario- todo el discurso.
Uno de ellos es Lucas Gazzotti, presidente del Partido Libertario de la provincia de Buenos Aires. Y el otro es Nicolas Emma, presidente del partido en la Ciudad.
"Nosotros no somos el problema, nosotros venimos a dar la solución", dijo Milei y apuntó a lo que considera uno de los nodos centrales del modelo implementado por el gobierno actual. "Lo que marca este modelo es la frase: donde hay una necesidad hay un derecho". Desde el público alguien gritó: "¿Quién paga ese derecho?", todos lo avivaron y Milei sonrió.
El economista siguió con su discurso y preguntó cómo resuelve el mercado o los sectores civilizados este dilema. Desde el público alguien lanzó una propuesta que agitó a las gradas del teatro. "!Poniendo a Javier Milei de presidente!".
El diputado buscó encausar su relato. Dijo que la casta resuelve este problema por la vía violenta. Habló de una situación de saqueo por parte del Estado y de un déficit constante.
"El problema es que utilizan a Estado como herramienta para satisfacer esos derechos", dijo y agregó que "lo que sigue es la deuda". Dijo que cuando ya nadie más le presta al país, ahí aparece una emisión de moneda descontrolada. "Y cuando el modelo no avanza más se recurre a la confiscación, a los impuestos. Eso hace que sigamos en un modelo decadente", dijo.
Desde las gradas del Teatro colgaban banderas blancas en las que solo se lucía el nombre del Partido Libertario y el logo multicolor. También se pudo ver la bandera Gadsden, de fondo amarillo y con una serpiente cascabel en posición defensiva en el centro, con la leyenda don't tread on me. La bandera es conocida en la cultura popular de Estados Unidos como símbolo del liberalismo clásico y la rebeldía frente al Estado.
"La casta nos está haciendo pobre y ellos no son la solución. Ellos son el problema", dijo Milei quien se consideró como el primer diputado liberal libertario de la historia del mundo hispanohablante.
"Ahora la casta empezó a defenderse. Nos decían que éramos un fenómeno barrial pero resulta que con el sorteo de mi dieta de diputado salimos en todos los medios del mundo, en The Economist, en The Washington Post", dijo Milei y grito: "¡La tienen adentro!".
Los militantes se pararon y comenzaron a cantar: "Tienen miedo... la casta tiene miedo, la casta tiene miedo".
Milei siguió su discurso. Dijo que Libertad Avanza contestó con varios actos. En Mendoza, en Santa Fe, en Córdoba, en Mar del Plata. "Resulta que éramos algo más que una fenómeno barrial", dijo.
"Ahora están enojados. Pero el problema es que para ellos el modelo está bien, funciona bien. No pueden aceptar que ellos son el problema", dijo el diputado.
Y aseguró que lo que más les molestó de la movida del sorteo de su dieta como legislador no fue el sorteo en sí mismo, ni el revuelo mediático que tuvo. Según Milei, lo que más molestó al gobierno y la oposición es que los legisladores quedaron expuestos. "Quedó claro que un diputado gana mucho más que la media de los argentinos", dijo y agregó que "no pueden justificar el nivel de vida que llevan".
Además, cuestionó el tono de las críticas. "Yo aparezco como el loquito que grita", dijo y contó que el mismo sistema califica de esa forma a Viviana Canosa y a El Dipy. Sobre Canosa dijo que es alguien "hermosa" y con quien supo cultivar una amistad. Al músico lo calificó como alguien "maravilloso".
Contó que hubo presión hacia los canales para sacarlo del aire. "Pero los canales entendieron que teníamos rating y que había una demanda". Allí planteó lo del enojo de Alfredo Casero con los periodistas de LN+.
Sobre el final del acto, Milei lanzó una fuerte arenga. "¡Viva la libertad, carajo!", grito. El público respondió con un grito estridente: "¡Viva!". La canción Panic Show, de La Renga sonó sobre el final y un Milei desaforado saludaba desde el escenario a los que estaban en la primera fila.
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