La Coalición Cívica de Santa Fe, el partido que a nivel nacional lidera Elisa Carrió, salió a rechazar de manera categórica y rotunda una alianza electoral en la provincia entre Juntos por el Cambio y el socialismo, al menos con el sector que lidera el ex gobernador Antonio Bonfatti. La líder local de esa fuerza política, la ex diputada nacional Lucila Lehmann, posteó en Twitter una reciente nota periodística que lleva la foto de Bonfatti (bajo el título: “Bonfatti se muestra con Javkin y Jatón en medio de las negociaciones del socialismo con Juntos”) y escribió: “Juntos por el Cambio no puede convertirse en un rejunte, un aguantadero de quienes, como desde hace años lo viene denunciando Carrió, fueron responsables de que el narcotráfico sea la principal amenaza para todos los santafesinos”.
“Nuestros pilares fundacionales, basados en valores, deben permanecer intactos a la hora de ampliar Juntos por el Cambio, con líderes de conducta ejemplar. Nos deben unir principios, no conveniencia. Sin un verdadero contrato moral, no habrá futuro, ni podremos reconstruir Santa Fe”, aseveró Lehmann en esa red social.
Incluso, la presidenta de la Coalición Cívica santafesina sacó más tarjetas rojas a la hora de ampliar el abanico de alianzas de Juntos por el Cambio, y otra de ellas se la mostró al ex ministro socialista Rubén Galassi (actual asesor del bloque socialista en la Cámara de Diputados). "Nuestro límite como Coalición Cívica está puesto en las figuras de Bonfatti y de Galassi, dos personas que hace años Lilita viene denunciando. En el flagelo que hoy tenemos en la provincia de Santa Fe en materia de inseguridad y de narcotráfico ellos han tenido una gran responsabilidad", dijo Lehmann, en declaraciones al diario El Litoral.
No hace mucho tiempo, apenas tres años, Carrió repitió en las numerosas visitas de campaña electoral que realizó en 2019 a Santa Fe, para apoyar la candidatura a gobernador del radical José Corral, que "votar a Bonfatti es votar a Los Monos", "el que vota a Bonfatti vota al narco".
Con esa lapidaria frase contra uno de los máximos referentes del socialismo, para nada sorprende que hoy el partido de Carrió rechace la posibilidad de conformar una alianza electoral con ese partido. Es decir, una especie de ampliación de Juntos con el Cambio en la provincia. Una coalición en donde confluya todo el antiperonismo santafesino (o el no-peronismo).
Es el radicalismo, que mantuvo un acuerdo electoral durante años con el socialismo -bajo la marca Frente Progresista- pero que hoy ya juega de lleno en Juntos por el Cambio, quien viene liderando las negociaciones entre los principales referentes de la oposición al peronismo de Santa Fe para confluir en un gran frente en 2023. En la UCR no hay casi fisuras a la hora de conformar esta posible alianza. Sólo el sector minoritario que responde a Eugenio Malaponte viene sosteniendo desde hace años que no se puede acordar electoralmente con el partido “que llevó a esta provincia y esta ciudad al desastre”, en referencia al socialismo.
En el macrismo por ahora hay un sorprendente silencio de radio. Nadie emite ni siquiera una palabra pública al respecto. Pero es conocida la posición del ex concejal Roy López Molina respecto de los sectores del PRO que buscan integrar al socialismo a una alianza ampliada de Juntos por el Cambio. “Cuando comenzamos a manifestarnos contra la sociedad entre PRO y socialistas bajo el paraguas trucho de armar un frente de frentes en Santa Fe, la mayoría nos miraba raro y respondía eso es imposible”, dijo en septiembre de 2020. Y advirtió ya en ese entonces: “Un espacio político democrático republicano y que apuesta a la libertad no puede diluirse detrás de la voracidad de los principales responsables del avance de la inseguridad en Santa Fe”.
En la vereda de lo que queda del Frente Progresista (tras la masiva salida del radicalismo) el panorama es similar. Entre los más entusiasmados en subirse a este tren de una gran alianza aparece el intendente Pablo Javkin (que viene armando en los últimos meses su propio álbum de fotos con referentes locales y nacionales de Juntos por el Cambio) y los dirigentes socialistas Bonfatti, Enrique Estévez, Mónica Fein y Clara García.
Incluso, en otros distritos el socialismo ya hace tiempo que se sumó a Juntos por el Cambio. Tal es el caso de la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Mendoza, Jujuy y Buenos Aires.
Sin embargo, en el socialismo santafesino también hay voces rebeldes que se resisten a una alianza con el macrismo. Entre ellas, están las del ex diputado Eduardo Di Pollina, el ex ministro de Salud de Hermes Binner, Miguel Angel Cappiello; y la ex ministra de Educación de Miguel Lifsthiz, Claudia Balagué.
La última declaración de Di Pollina al respecto no dejó ningún margen para una negociación, al menos en nombre de su sector interno: "La derecha tiene un trípode que se ha consolidado de manera muy importante: la corporación judicial, los grandes medios de comunicación y una tercera pata que es la embajada de los Estados Unidos. El PRO es el partido orgánico de esta embajada y su herramienta electoral es Juntos por el Cambio".
Fuente: La Capital
No hay comentarios.:
Publicar un comentario