domingo, 3 de septiembre de 2023

Argentina endurece los controles a los barcos paraguayos y escala la tensión con Santi Peña


  La medida del gobierno argentino se da tras el apoyo que consiguió Paraguay de Brasil, Bolivia y Uruguay contra el cobro del peaje. Peña rediseña Aduanas y fortalece a Óscar Orué, funcionario de la era Abdo. 

 En medio de la crisis bilateral por el cobro de peaje en la Hidrovía Paraguay-Paraná, el gobierno argentino acaba de endurecer los controles aduaneros a las embarcaciones de origen paraguayo, una medida que eleva más la tensión con el gobierno de Santiago Peña. 

El gobierno de Alberto Fernández se queja que gracias a sus menores costos laborales e impositivos, la flota paraguaya se queda con casi todo el transporte en la vía fluvial, mientras que a la Argentina le queda el costo de mantener la Hidrovía dragada y balizada.

En ese marco, luego de los cruces entre el ministro y candidato Sergio Massa y Santi Peña, la Aduana argentina desplegó este sábado un equipo de Control Fluvial junto a agentes de Prefectura para inspeccionar a fondo el material transportado por buques paraguayos -incluso con perro anti droga-, generando la previsible molestia de la administración de Peña.

Guillermo Michel, director de Aduanas argentino, y su entonces par de Paraguay, Julio Frutos, habían firmado en enero un acuerdo para reforzar los controles en la ruta fluvial, aunque el contexto era otro: todavía gobernaba Mario Abdo y la cuestión del peaje no estaba instalada con fuerza en la agenda política paraguaya. Un detalle no menor es que Frutos fue desplazo días atrás de su cargo, como confirmaron a LPO fuentes del gobierno paraguayo.

Para el Ejecutivo de Peña, el endurecimiento de los controles aduaneros es la respuesta argentina a la reunión de la Comisión Intergubernamental de la Hidrovía (CIH) que tuvo lugar esta semana en Santa Cruz de la Sierra. Allí, la delegación paraguaya sumó el apoyo de Brasil, Bolivia y Uruguay al rechazo del cobro del peaje "unilateral" por parte de las autoridades argentinas. Mientras Argentina insistía en que se trataba de una cuestión técnica, Paraguay instalaba un debate más político.

Paraguay logró así que Argentina se abriera a la posibilidad de discutir el levantamiento de la tarifa en una reunión especial de la CIH, aunque ese paso esta vinculado al dictamen de una comisión por crearse. Es un éxito relativo para Peña, quien recientemente anunció el fin del peaje tras reunirse en Asunción con Sergio Massa, desmentido horas después por el titular argentino de Transporte, Diego Giuliano. 

Peña se adelantó a la tensión que podía producirse con el peaje y fusionó las áreas de aduanas y tributación, bajo el mando del exsubsecretario de Tributación, Óscar Orué, que ahora unifica en la Dirección de Ingresos Tributarios, la Gerencia de Impuestos Internos y la Gerencia de Aduanas. Orué es un sobreviviente de la era de Mario Abdo que ha estado en la mira de la oposición por supuestamente haber prestado poca colaboración a la hora de investigar el patrimonio del expresidente Horacio Cartes.

De hecho, Orué llegó a decir que la evasión por el contrabando de cigarrillos, una acusación recurrente contra al líder del Partido Colorado, no causaba "daño patrimonial" al Estado paraguayo. No son pocos los que ven en estas declaraciones y omisiones respecto a Cartes la razón de su permanencia en el gobierno de Peña. 

Ahora, Orué tendrá un rol clave en la disputa por la Hidrovía. El gobierno le dio margen de acción para diseñar la Dirección de Ingresos Tributarios de acuerdo a sus necesidades. Una de las primeras decisiones fue echar a Frutos y nombrar a Juan Olmedo como gerente del área de Aduanas en el súperorganismo. Olmedo es un funcionario experimentado y perfil destacado dentro del equipo de Ouré.

Fuente: LPO

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