sábado, 2 de septiembre de 2023

"Estamos cansados de ser las gallinas de abajo, siempre cagados”, dice Enrique Deck, que lidera a productores santiagueños que lucha por el riego

Se realizó una asamblea de productores en el cruce de las rutas 92 y 34. Se invitó al secretario del Agua, Sergio Saltz y al titular de Recursos Hídricos, Montero. Ambos faltaron.

Unos 150 pequeños productores de los parajes Veintitrés, Colonia Libanesa, Colonia Isla, en la zona de Colonia Dora, de Añatuya, Vinal Esquina, Suncho Pozo, Icaño y Real Sayana decidieron realizar una manifestación en la encrucijada de las Rutas 92 y 34, a la altura de Colonia Dora, en la provincia de Santiago del Estero, a causa del incumplimiento por parte del Estado provincial respecto de los compromisos contraídos a fines del año próximo pasado en materia de riego.

Los productores son en su mayoría ganaderos y de alfalfa, algodón, de lotes mixtos con maíz, trigo, avena, soja, o huerteros de sandía, melón, zapallo y calabazas. Por eso para ellos la disponibilidad de agua es crítica.

Enrique Antonio Deck es uno de los referentes más importantes de estos “autoconvocados”. Nativo de Colonia Dora, productor de alfalfa y de semillas sobre 200 hectáreas familiares, y que además brinda servicio a los campos junto a uno de sus 5 hijos. Señala que ya han hecho unas 7 u 8 manifestaciones similares. Sin éxito en su reclamo.

En una asamblea realizada el pasado 29 de septiembre de 2022, los productores santiagueños reclamaron cupos de agua, designación de tomeros y personal administrativo idóneo para el manejo de la Estación hídrica 5 de Colonia Dora. Pero desde aquella época hasta el presente , no obtuvieron ninguna respuesta por parte del gobierno provincial, cuando todas las medidas se habían acordado con resolución urgente.

Entonces decidieron manifestarse en el cruce de las rutas 92 y 34. Demandaron “agua para riego y”a, porque mañana será tarde. Lo que necesitan es la concreción de obras como el cavado de los canales para que el agua se desplace mejor, la reparación o colocación de nuevas compuertas para nivelar el agua, el aumento de personal administrativo y operarios que recorran los canales para controlar su estado y condiciones, que hagan respetar las horas de riego a través del empadronamiento, etc. El sistema llegó a tener 160 empleados y hoy apenas cuenta con 20. Solicitan contratar al menos unos 38 empleados más.

Deck contó que en una asamblea “impecable” propusieron tres mociones, para el caso de que una vez más no se cumplieran sus demandas:

Dejarán sin agua a las represas comunitarias que tienen canales y tomas propias, “porque no puede ser que muchas veces sacrificamos nuestra escasa agua para darles prioridad a las personas de las comunidades y ahora no vemos que ellos apoyen nuestro reclamo, que es de todos y para beneficio de todos. “Esto nos duele mucho”, dice. 

Cortar el agua en el río Salado, a la altura de Colonia Dora, que impedirá que le llegue al norte santafesino.

Realizar un corte en el cruce de las rutas 92 y 34.

“Deberíamos tener 22.000 hectáreas bajo riego, establecido por ley, y actualmente ni llegamos a las 5.000”, asegura Deck, quien fue presidente de la Asociación de Regantes del Río Salado (ARRS) y Secretario del Consorcio ACUA, que ha quedado sin efecto y hoy están queriendo reflotarlo. 

Enrique explica que el sistema de riego es “a manto”, corre por canales abiertos –no entubados- y además, llena represas para abastecer de agua a los animales, como también de agua potable para las comunidades y a las escuelas rurales. “Pero le confieso que el agua no es tratada con seguridad, y mucha gente se termina enfermando. Entre nosotros, priorizamos tomar el agua de lluvia que almacenamos en los aljibes. El agua de las represas se puede tomar, pero hay que atenerse a correr riesgos de la propia salud”.

“Acá nos sentimos abandonados, no sólo en cuanto a la salud, sino a la precariedad de los caminos, para sacar nuestra producción. ¡Y pobres de los que llegan a tener una emergencia sanitaria en tiempos de lluvia, porque no podrá llegar al hospital!”

Pero Deck pretende aclarar que hubo un tiempo en que el Estado estuvo presente en su provincia para los pequeños productores, colonos que migraron de Europa o de Medio Oriente. “Es muy triste lo que vivimos porque esta zona fue muy floreciente en tiempos de nuestros padres, que llegaron de Alemania, o de Israel o Líbano, de Italia o España, etcétera”.

Un productor ovino de Colonia Dora, Marcelo Treachi, aludió a la sorpresa de todos los productores manifestantes cuando vieron llegar una cantidad desmedida de fuerzas de seguridad, con ambulancias y hasta un carro mortuorio, a lo que Deck tomó como un modo de intimidar a los productores. “Para esto el Estado sí está presente y al instante. Y también cuando después de tanto sacrificio, el día que nos va bien, el Estado aparece como socio, pero sólo en las buenas, con retenciones y demás. Pero nosotros estamos ‘labrados a hacha’ -aludiendo el productor, a su rusticidad-. Estamos cansados de ser las gallinas de abajo, siempre cagados”.

“Hay que empezar a cambiar todo esto y alguien tiene que hacer la punta. Yo ya no tengo nada que perder. Mi padre luchó toda su vida y nos dejó las ganas de trabajar y de luchar. Qué se iba a imaginar que el Estado se volvería el gran ausente. Pero plata hay, porque para hacer estadios o autopistas para el turismo, sobra. Hemos decidido darles una semana, para que empiecen a cumplir algo de lo que nos prometen. Y dijimos basta. Si no, tomaremos las medidas de fuerza. Otro país es posible y el Estado puede y debe acompañar a los productores, si pretende una provincia y un país más justo”, sentenció Enrique Deck.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A la clase política no le interesa el campo, salvo para confiscarles la producción con impuestos para mantener un sistema parasitario.