Kicillof, intendentes y La Cámpora pelean por el control electoral.
Una aclaración para desprevenidos.
Axel Kicillof tiene una alianza con algunos intendentes. Los dos necesitan sacarse de encima a La Cámpora por distintos motivos: unos para mantener el control sobre su territorio; el otro para construir una candidatura presidencial, reduciendo el peso de Cristina y Máximo Kirchner. Para eso, la mejor estrategia es desdoblar la elección para que tome más peso el aparato provincial y municipal
El kirchnerismo necesita unificar la elección con la nacional para simplificar la campaña y que sea Cristina contra Milei. Si Cristina es candidata a diputada -y es la figura principal de la oposición (al Gobierno)- eso termina ordenando todas las demás candidaturas. Como nadie va a querer quedarse afuera de la sombra de Cristina, ella termina siendo la gran electora en todas las listas y mantiene el liderazgo del espacio. Les da lo mismo que haya PASO o no.
En el medio aparece Sergio Massa. También le sirve que la elección sea lo más nacional posible. No tiene una estructura para ofrecer un candidato competitivo en cada pueblo. Si la elección es nacional, todo se ordena solo. Si se provincializa, es un lío. Encima, si llega a haber una interna entre los axelitos y el kirchnerismo, ya avisó que tiene que plantar su propia lista: otro problema más. Por eso, la prioridad para Massa es la unidad, como sea. No quieren PASO.
Ese es el cuadro general que se discute por estas horas en la provincia de Buenos Aires. Después, todos le van a dar un anclaje ideológico/moral a la cuestión:
Kicillof va a decir que hay que priorizar los intereses locales y plebiscitar su gestión
Los intendentes, que es importante autonomía municipal
El kirchnerismo, que hay que derrotar a Milei porque es la derecha
Y Massa va a decir que él avisó la que se venía
El poder de la lapicera formal lo tiene Kicillof. Es el que decide cuándo son las elecciones. Y con el peso de los intendentes, cree que puede ganarle al camporismo.
En el medio de las discusiones surgió una idea para contrarrestar ese poder de fuego. Cristina Kirchner podría ser candidata a diputada provincial por la poderosa tercera sección electoral: es la que agrupa a todos los distritos de la zona sur, incluyendo La Matanza, Avellaneda, Lomas, Lanús. Son los distritos donde le va mejor en las encuestas y diluiría el peso de los intendentes, si es que ellos deciden ser candidatos (testimoniales o no).
La jugada se podría completar con Sergio Massa jugando en la primera sección electoral: es la que tiene a los distritos norte y oeste del conurbano, incluyendo Tigre, San Fernando, donde el Frente Renovador tiene mucha presencia.
“Los intendentes siempre se hacen los guapos y al final terminan arreglando con Cristina, que es la que tiene los votos. Y saben que los que se enfrentaron, les fue siempre mal”, dice a A24.com una fuente al tanto de las negociaciones.
Cómo sigue la historia
El tema se había acordado votar en la Legislatura el 27 de marzo. La idea era, de mínima, suspender las PASO; de máxima, fijar el cronograma electoral, sea con desdoblamiento o unificación por ley. No hubo acuerdo.
La semana que pasó hubo dos mesas de discusión. En la primera, política, se juntaron Axel, Máximo y Massa. En la segunda, más técnica, estuvieron Carlos Bianco y Agustina Vila (por Kicillof); Facundo Tignanelli y Santiago Revora (por Máximo); y (por Massa) Alexis Guerrera (presidente de la Cámara de Diputados provincial) y Sebastián Galmarini (cuñado de Massa y experto en cuestiones electorales)
Kicillof puso un plazo límite para tratar cualquier modificación: el 3 de abril. Dice que en la Justicia le dijeron que después de eso no les dan los tiempos para hacer ningún operativo electoral. “Si hay ganas, se pondrán dos secretarios más y se hará”, responde uno de los que quiere tomarse tiempo para consensuar.
Hay un problema mayúsculo. La Provincia nunca jamás organizó un acto electoral propio. Siempre fue colgado del operativo nacional. Tampoco Kicillof y su gente tienen la expertise en un cierre de listas o alianzas. Siempre fueron colgados detrás de las negociaciones que encabezaban otros.
Los intendentes mandaron mensajes de que quieren las elecciones desdobladas. Misma lógica. El tema es que no quieren negociar nada con La Cámpora, de peso territorial escaso y cuyo único valor -en su óptica- es que pueden poner a Cristina en la boleta.
Dicho eso, aparece un riesgo adicional si se arma la movida que quieren hacer Axel y los intendentes. ¿Cuántas campañas va a haber? ¿Se va a provincializar la elección o “seccionalizar”? Cuándo los intendentes metan a sus diputados, van a jugar para Axel, para Cristina o para ellos mismos. Sumas y restas que hace la casta.
1 comentario:
Sobran miserias, falta grandeza. No esta sobre la mesa ni un minimo plan para sacar el pais del infierno. Solo consignas y mezquindades, vanidades e intereses personales. La Nacion necesita una masa critica sustentada en la produccion, generacion de riquezas e inversiones. Desalojando el esquema financiero que nos ahoga.
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