sábado, 28 de diciembre de 2019
La existencia del albertismo...Foto con amigos...
Se sentaron a la mesa en la Casa Rosada desde el presidente del Banco Central hasta los funcionarios más amigos de Alberto F. Gesto de autonomía.
Alberto Fernández reunió ayer en la Casa Rosada a “sus amigos más íntimos” para un almuerzo de fin de año en el comedor presidencial.
El almuerzo no solo fue entre amigos, sino que el Gobierno lo mostró así y poniendo el punto en toda la intimidad que puede darse dentro de una reunión de ese tipo en la Casa Rosada .
Quienes estuvieron en esa mesa no forman parte del ahora más conocido Grupo Callao, integrado por un conjunto más joven y que en no todos los casos tiene cargos en el Gobierno. Los que aparecen en la foto son el grupo albertista de la Capital Federal que se reúne desde que el ahora presidente de la Nación renunció a la Jefatura de Gabinete durante el gobierno de Cristina de Kirchner. Ellos son los que lo vinieron alentando durante todo esos años para que peleara por la presidencia. Y, además, hoy casi todos tienen cargos clave en la administración.
Por eso ayer almorzaron Carlos Montero, Jorge Argüello (que espera para viajar a Washington) el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri (clave en acuerdos que van mucho más allá que la mera relación entre lo terrenal y lo divino), Claudio Ferreño (que también es experto en negociaciones por estos tiempos ya que preside el Bloque del Frente de Todos en la Legislatura porteña), el futuro embajador en Uruguay, Alberto Iribarne, Julio Vitobello (ahora secretario General de la Presidencia, histórico de Alberto F., y espalda absoluta del jefe en tándem con Vilma Ibarra) , Eduardo Valdés y Miguel Pesce. En el caso del presidente del Banco Central, de origen netamente radical, la relación no solo es más que cercana sino que incluye episodios de lealtad absoluta en momentos complicados de la autoridad monetaria que el Presidente no olvida.
Como en todo almuerzo de funcionarios (y más cuando varios de ellos tienen problemas de sobrepeso) el menú fue más que sobrio: lomo con ensalada y el resto todo light. Algo alejado de cartas un poco mas sofisticadas en otros tiempos.
Esta claro que hubo bromas y anécdotas varias sobre lo que significa trabajar en la Rosada ahora como jefe y la reunión que un rato antes (casi una colección de fotografías) Alberto F. había mantenido con Diego Maradona, que le aportó un proyecto para recuperar los potreros que el Gobierno se pondrá a revisar.
Hay indicios que el grupo volverá a tener algún nivel de identificación autónoma, casi como un sello primario del albertismo. Quizás por eso se lo denominó como un primer almuerzo “institucional del círculo más íntimo” del Presidente, definición que fue respaldada por las fotos en cuestión.
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