Pedro Sánchez ha sumado su sexta victoria en las urnas en menos de dos años gracias a un golpe de efecto cocinado en Moncloa y que ha convertido al PSC en el partido más votado en Cataluña, con el 23,02% de los votos y 33 escaños. La candidatura de Salvador Illa, ex ministro de Sanidad, otorga a los socialistas su primera victoria en 18 años en la región y da la razón al presidente del Gobierno y su gabinete, que apostaron por un movimiento arriesgado y muy controvertido que, sin embargo, ha dado sus frutos.
Así lo afirman a LPO altos cargos del PSC, que no dudan en reconocer que el llamado 'efecto Illa' ha sido fundamental para obtener estos resultados : "Hace tres meses nadie daba un duro por nosotros. Ahora somos primera fuerza y eso se debe claramente al pacto entre Sánchez e Iceta para hacer candidato a Salvador Illa".
La maniobra de Moncloa, confirmada el 30 de diciembre en plenas fiestas navideñas, supone un nuevo triunfo para Pedro Sánchez y su equipo de asesores, con Iván Redondo a la cabeza. La apuesta entrañaba sus riesgos, por el desgaste que suponía para el Gobierno relevar al ministro de Sanidad en plena pandemia del coronavirus y ante el inicio de la tercera ola de contagios.
La oposición, de hecho, atacó con contundencia al jefe del Ejecutivo y al propio Salvador Illa, que pasaron semanas muy complicadas en enero. Sobre todo, cuando las CCAA se movilizaron para reclamar un cambio en el decreto del estado de alarma para adelantar el toque de queda y después de que Pere Aragonés retrasara los comicios a mayo.
El motín de los gobiernos autonómicos, sin embargo, se vino abajo después de conocerse que el consejero de Salud de Murcia se había vacunado y, al día siguiente, el 21 de enero, el TSJC mantuvo los comicios en Cataluña el 14 de febrero. Dos triunfos en apenas 24 horas que allanaron definitivamente el camino de Sánchez y de Illa hacia una victoria socialista en Cataluña.
El éxito de Salvador Illa en las urnas viene acompañado de otras buenas noticias para el presidente del Gobierno y el PSC. Los socialistas catalanes, que aplauden la decisión de Illa de presentarse a la investidura a pesar de la mayoría independentista en el nuevo Parlament, destacan la recuperación de Barcelona y del llamado "cinturón rojo" de la provincia como feudo del partido y caladero de votos.
En la Ciudad Condal, el PSC ha sido la fuerza más votada, con un 23,5 % de los votos, y ha superado a ERC (19,1%), que logró la victoria en los anteriores comicios, los celebrados en diciembre de 2017. La tercera plaza ha sido para Junts, con un 17,9 % de los sufragios, mientras que En Comú Podem, el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido cuarta con un 9,19 % de los votos. Una victoria más que significativa de los socialistas frente a la marca de Podemos en la región.
Más allá del importante avance del PSC en Cataluña, el otro gran triunfo de Pedro Sánchez este 14 de febrero tiene que ver con la artillería argumentativa con la que se ha hecho el presidente del Gobierno de cara a sus próximos movimientos. Tanto en Moncloa como en Ferraz.
A nivel de Gobierno, Sánchez tratará de rentabilizar la victoria de los socialistas y el estancamiento de Podemos para frenar a Pablo Iglesias, que en las últimas semanas ha elevado el tono contra las instituciones del Estado y ha puesto en cuestión, incluso, la calidad democrática de España. Además, y de cara a la investidura en Cataluña y las futuras negociaciones con ERC, en Moncloa se garantizan un nuevo win-win.
Con el independentismo totalmente fragmentado, en el Gobierno no quieren renunciar a tratar de convertir a Illa en president, aunque esa investidura se antoje más que complicada. De lograrse, sería un éxito rotundo pero, si ERC y Junts se cierran en banda, Sánchez también puede obtener importantes ganancias: las negociaciones entre Aragonés y Borràs se prevén muy tensas y pueden acabar en una repetición electoral o con un Ejecutivo muy débil. Un escenario que consolida el plan de Moncloa de dividir al soberanismo catalán.
Finalmente, el éxito de convertir a Illa en candidato a la Generalitat refuerza a Sánchez desde un punto de vista orgánico dentro del PSOE. El presidente del Gobierno se ha cargado de más razones para imponer su criterio y protagonizar decisiones similares en otras federaciones estratégicas. Susana Díaz lleva mucho tiempo en la diana del jefe del Ejecutivo, que podría volver a mirar a su Consejo de Ministros para buscar un nuevo liderazgo, esta vez, en el PSOE andaluz. Cargos relevantes del partido, de hecho, señalan a María Jesús Montero como la mejor candidata posible a la Junta de Andalucía en 2022.
Fuente: La Política Online
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