miércoles, 8 de septiembre de 2021

El Salvador, Bitcoin y Algorand: dinero, eficiencia y transparencia de gobierno

Por Gonzalo Martínez Mosquera @Gonzo_MM

Semana de noticias importantes en El Salvador. La Corte Suprema de ese país revirtió un falló de 2014 que prohibía la reelección presidencial, lo que habilitaría a Nayib Bukele a tener otro período a partir del 2024. Algo huele muy mal, pues los jueces que tomaron esa decisión fueron nombrados el pasado 1° de mayo después de que el congreso cesanteara a los magistrados anteriores.

Es el mismo Bukele que impulsó a Bitcoin como moneda de curso legal en su país en una medida que generó gran controversia, tanto entre los ciudadanos de ese país como en el ecosistema cripto. Las manifestaciones en contra de la moneda digital no se hicieron esperar, los salvadoreños quieren el dólar sonante y crocante y no están dispuestos a aceptar una cripto que no entienden, ni saben de dónde viene.

De todas formas la hora de la verdad llegó finalmente y ayer el proyecto de Bukele se hizo realidad y Bitcoin comenzó a circular en el país centro americano. Para arrancar, el gobierno le regaló US$ 30 en Bitcoin a cada salvadoreño. Al momento de escribir estas líneas la cuenta de Twitter del Presidente anuncia que la “ChivoWallet”, la billetera virtual desarrollada para el proyecto tuvo que ser desconectada por falta de capacidad en los servidores. Arranca con el pie izquierdo.

Pero no es el único avance cripto en ese país. La semana pasada nos enteramos que el Gobierno firmó un acuerdo con Koibanx para desarrollar la infraestructura gubernamental sobre la blockchain de Algorand, una red desarrollada por el economista Silvio Micali, premio Turing (algo así como el Nobel de la computación) y que tiene un proceso de validación de transacciones revolucionario llamado “Pure Proof of Stake” que promete disrumpir la industria con velocidades y costos muy superiores a las actuales.

Koibanx, por su parte, es una compañía latinoamericana que desarrolla soluciones sobre la tecnología blockchain y cuyos fundadores, Edy Weber y Leo Elduayen, son argentinos. En marzo firmó un acuerdo con Algorand, que enseguida resultó en aplicaciones diversas como, por ejemplo, la securitización de garantías de pago en Colombia.

El caso del Salvador es una representación clara del debate que existe en el mundo cripto. Por un lado están los que solo ven la potencialidad como una forma de dinero y por otro, aquellos que creen que la tecnología es mucho más útil como un registro descentralizado.

Imaginen si la propiedad inmueble se registrara en la blockchain.
Fuente: El Economista

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