Los españoles y la soja argentina

Como consecuencia de la reestatización de las acciones de YPF, algunos analistas dieron a entender que la revancha española podría darse cerrandonos el mercado sojero. España es un buen cliente para argentina. La realidad demuestra que los empresarios españoles van a ser los que más defiendan la importancia de seguir comprandole a Argentina.
En una información de la agencia española EFE fechada el 2 de mayo en Roma dice textual:

"La soja argentina, estratégica para el sector ganadero e industrial español"


Los productores españoles de piensos compuestos para animales se han mostrado convencidos de la importancia de mantener la entrada de soja procedente de Argentina, un país al que consideran un "proveedor estratégico", del que el sector "no puede prescindir y menos en esta época del año".
 
Así lo ha afirmado a Efeagro el director de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC), Jorge de Saja, quien ha precisado que la alimentación animal en España necesita unos 4,5 millones de toneladas de soja al año y, de ellas, entre dos y 2,5 millones se importan de Argentina.

El sector de piensos compuestos para granja mantuvo durante 2011 los 5.800 millones de euros de facturación registrada un año antes, mientras que la producción se redujo en torno al 4,5 %, hasta situarse en los 19,46 millones de toneladas.

De ese volumen, 8,55 millones de toneladas correspondieron a piensos para porcino (-3,33 % respecto a 2010), seis millones a vacuno (-11,76 %), 4,8 millones a aves (+7,08 %) y unas 114.000 toneladas a peces y animales marinos (-10,79 %).
En cuanto a la imparable subida del precio de los piensos, De Saja ha mostrado su "desconcierto", "ya que debería de estar a la baja desde enero si se tienen en cuenta los factores fundamentales" y, tras advertir de los efectos de la volatilidad en el mercado de materias primas ha advertido que es "imposible prever qué sucederá".
En cuanto a la Política Agraria Común (PAC) de cara al periodo 2014/20, ha defendido una reforma en "términos de oportunidad" para hacer frente a los mayores problemas del sector: la insuficiencia de suministros y de precios sostenibles de la materia prima para alimentación animal, industria y ganadería.