Desde el último lunes (2/8) las dos entradas al Barrio Obrero, El Palomar, (a partir del golpe de estado de 1955 pasó a llamarse Barrio Aeronáutico) inaugurado durante la presidencia de Juan Domingo Perón, cambió la seguridad privada por efectivos armados de la Fuerza Aérea Argentina, situación que originó preocupación en los ocupantes de las 324 viviendas ocupadas por suboficiales y personal civil de la misma porque, más que brindar tranquilidad a los habitantes del mismo les transmiten miedo con su proceder.
En los accesos al complejo habitacional ubicados sobre las calles Brigadier Matienzo y Carosella se encuentran con dos uniformados por turno con chalecos antibalas portando pistolas y cargadores sobre sus pechos, paran y controlan a quienes ingresan y egresan del mismo, solicitan identificación y les preguntan a qué lugar se dirigen, situación incómoda y peligrosa para los residentes, dado que, salvo excepciones donde se acercan familiares para visitarlos o repartidores de mercaderías ello se justificaría por ser ajenos al predio.
El malestar crece porque los uniformados no solo transitan las calles internas frente a las propiedades armados, también en las afueras donde está la plaza con juegos donde concurren los jóvenes y niños de las familias que viven en el espacio y de vecinos de los alrededores. Se estima que 500 menores son hijos de los civiles y suboficiales que alquilan las casas del barrio.
Los ocupantes del Barrio Obrero pagan entre 16 y 20 mil pesos mensuales por alquiler, la luz provista por la Fuerza Aérea ya que no tienen conexión directa de Edenor; el agua potable es de pozo recibida desde un tanque central de la Primera Brigada Aérea; el servicio de recolección de residuos es de tres veces por semana y es realizado por el Municipio de Morón a través de la empresa Urbaser.
Los montos mencionados son descontados de los haberes mensuales en algunos casos, o los abonan en el Banco Provincia de Buenos Aires, Sucursal El Palomar, por lo tanto, la Fuerza Aérea por mes recauda entre 5 y 6 millones de pesos.
Además, entre las viviendas y el cerco perimetral sobre la calle se colocaron carteles con la escritura "FUERZA AÉREA PROHIBIDO PASAR", ello está indicando que lo que debería ser considerado un barrio exclusivo para los trabajadores del organismo lo han incorporado al espacio aeronáutico.
Sería importante conocer quien dió la órden de modificar la calificación del área asignada a viviendas particulares para pertenecer a una "guarnición militar" sin previo aviso a los ocupantes de las mismas, y fundamentando quizás razones valederas y comprensibles en caso de existir motivos serios y peligrosos para preservar la vida de las personas.
Importante es reiterar que por reglamentación ningún integrante de las fuerzas armadas puede utilizar la ropa de servicio ni portar armas fuera de las unidades militares, o sea, en la vía pública, excepto puede hacerlo cuando esté asignado a un operativo oficial de seguridad o acompañando a integrantes de las mismas.
Toda la información transcripta y fotografías nos fué suministrada por vecinos del Barrio Obrero, a los que no podemos mencionar a efectos de evitarles inconvenientes.
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