martes, 3 de agosto de 2021

La apuesta del Chivo


 La apuesta de Agustín Rossi ha abierto las puertas de un conjunto de valores y aspiraciones del interior profundo. Trasciende los límites de Santa Fe, tiene más correlación con los líderes y gobernadores del movimiento nacional que vienen postergando sus reclamos de constituir un federalismo auténtico, fuerte, con el ejercicio de una democracia real,  sustentable, con la defensa de los intereses regionales, con la integración política y social de la inmensa mayoría de los argentinos. 

Su paso por el Ministerio de Defensa, dejo una impronta que nos reconforta, el reencuentro de las fuerzas armadas con su pueblo, retratado con el aplauso de las cúpulas militares,  sostenido por varios minutos,  en su discurso de despedida. No es común, no fue un acontecimiento más. Hay que estimarlo en la dimensión correcta. El mensaje de Agustín en el lanzamiento de la campaña electoral tuvo dos ejes, crear puentes y apuntalar la esperanza, además de sostener el apoyo al rumbo que imprimen los dos Fernández. Se percibe algo nuevo, algo distinto a todo lo que veníamos observando. 

Puede que se trate de nuestros propios deseos, contenidos por la crisis y la pandemia, de arribar a la instancia dónde la grieta y los otros condimentos limitantes desaparezcan y podamos vislumbrar un horizonte diferente, carente de mezquindades, con el aporte desinteresado de los involucrados en el juego de las responsabilidades políticas. Tal vez sean nuestros propios sueños que hoy depositamos en la propuesta que nos presenta este compañero ejemplo de militancia. 

Tal vez todo pase y nada de esto ocurra. Tal vez, tal vez... pero apostemos a la esperanza, al nuevo día, a la solidaridad, al otro, a la justicia, al crecimiento con inclusión, a que desaparezca la pobreza, a que nuestros niños reciban salud, educación seguridad, a la lucha por preservar y defender los ecosistemas, a la creatividad, a la innovación, a la tecnología, a la ciencia, a todo aquello que nos mejore como seres humanos, a qué Dios nos acompañe, a los que somos creyentes, y también lo que no lo son y se recuestan en otros lugares. En el decurso de los días venideros esperemos encontrar las fuerzas que nos faltan para superar los momentos difíciles que todavía nos quedan por vivir y encontrar el camino al final del túnel. 

Por Ricardo Bianchi

bianchiricardo770@gmail.com

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