Miles de personas se manifestaron ayer en Pekín, Shangai, Wuhan y otras ciudades de China contra las medidas anti-Covid del gobierno, prolongando una inusual serie de protestas que se expande por el país desde que el mortal incendio de un edifico hizo explotar el descontento con los confinamientos.
En Shangai, una ciudad de más de 25 millones de personas y que soportó este año un confinamiento de dos meses que provocó escasez de alimentos, miles de manifestantes marcharon por la zona céntrica contra la política de 'Covid cero' que impulsa el gobierno del presidente Xi Jinping y piden su renuncia.
Las protestas en la capital, que se realizaron por segundo día consecutivo, se reanudaron esta tarde luego de que la policía dispersara a cientos de manifestantes por la fuerza y los rociara con gas pimienta. La multitud cantaba, gritaba y filmaba a los policías con sus celulares, dijo un testigo a la cadena británica BBC.
Cuando la policía volvió a cargar sobre los manifestantes, estos comenzaron a gritar ‘¡No queremos PCR, queremos libertad!’, relató el testigo. Horas antes, una multitud se congregó cerca de la calle Wulumuqi -el nombre en mandarín de la ciudad de Urumqi- con gente gritando “¡Xi Jinping, renuncie, renuncie!”, mostró un video divulgado por redes sociales
En Urumqi, en la región de Xinjiang (noroeste), 10 personas fallecieron el jueves en un incendio, por lo que los manifestantes en Shangai llevaron flores y velas a la calle homónima.
Esos homenajes fueron reprimidos por la policía, que también acudió al lugar de la protesta.
Las protestas contra las medidas anti-Covid se suceden desde el viernes en China, donde las manifestaciones callejeras son infrecuentes.
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