La Formación Profesional Dual acelera en el archipiélago. Un instituto de Tenerife estrecha su relación con las empresas tecnológicas asentadas en la región.
“No hay mejor forma de aprender que con el día a día de una empresa”. Quien habla es el ovetense Ignacio Caicoya, que formó parte de un equipo que ganó dos oscars —por Interstellar (2014) y Ex Machina (2015). Hace tres años fundó con un socio la empresa tinerfeña de efectos especiales Iro Pictures que, desde la isla ha trabajado ya en proyectos como La casa del dragón (HBO Max), El libro de Bobba Fett, del universo Star Wars (Disney +) o Vampire Academy. Iro es uno de los estudios que se han involucrado en un proyecto de FP Dual de animación 3D y videojuegos. “La escuela imparte demasiada teoría, y los alumnos no aprenden bien cómo se trabaja en las empresas de animación”, dice Darío Sánchez, un madrileño que hace seis años decidió aprovechar las ventajas fiscales que ofrecía la Zona Especial Canaria y fundó en Santa Cruz de Tenerife la productora de animación 3 Doubles Producciones. “Mi meta es trabajar en alguna empresa de animación, en esta si puede ser”, asegura por su parte Mario Sierra, de 23 años, uno de los 20 alumnos del programa de FP Dual del Centro Integrado de Formación Profesional César Manrique, en la capital tinerfeña. “Quiero quedarme en Canarias”.
El Gobierno aprobó en diciembre de 2021 la nueva ley de Formación Profesional, que aspira a modernizar una rama educativa que, a pesar de ser la de mayor crecimiento en número de alumnos en los últimos años, solo atrae a un 12% del alumnado, es decir, menos de la mitad del promedio de la OCDE. Una de las claves de la ley es que potencia la FP Dual, una modalidad que ha dado buenos resultados pero que ha estado limitada hasta ahora a un reducido número de centros y que la nueva norma quiere generalizar, de forma que a partir del curso 2024/2025 los alumnos cursen buena parte de su formación en empresas. La ley establece dos tipos de régimen: en el general, los estudiantes pasarán entre un 25% y un 35% de las horas que duren sus estudios en empresas. Y en el régimen intensivo realizarán en ellas al menos el 35%.
El instituto César Manrique lleva ya seis años con un programa de FP sobre la materia, dos de ellos en formato dual, que anualmente comienzan 20 alumnos y que han finalizado 46. “Somos el único instituto público en la provincia en ofrecer una formación especializada en la creación de videojuegos y animación 3D”, asegura el centro. Detrás de este programa está Eliseo Martín Mora, un programador especializado en desarrollo de videojuegos reconvertido a la docencia desde hace cuatro años. “Al principio era muy raro”, rememora. “Pero insistimos, tratamos de ser flexibles para acomodarnos a lo que reclaman las empresas. Con el tiempo, van viendo que los chicos funcionan. Al final, los alumnos no salen tan verdes al mercado de trabajo, sino más preparados”.
Este centro educativo —y el instituto Felo Monzón en Gran Canaria, que también cuenta con el programa— se ha beneficiado del crecimiento de estas islas como polo receptor de empresas tecnológicas gracias a la Zona Especial Canaria (ZEC), una zona de baja tributación (al 4%, frente al 25% del resto de España). Esta industria prácticamente no existía en 2016, y actualmente en las islas hay afincadas 56 empresas de animación y producción audiovisual, que dan empleo directo a 800 personas. En el segmento de videojuegos, el archipiélago alberga a 40 empresas, que han creado 200 puestos de trabajo, según los datos de la organización. “Nos surgió la conveniencia de juntarnos con la ZEC, porque ellos son los que consiguen que las empresas se instauren aquí”, relata Martín Mora.
Además de Iro Pictures y 3 Doubles, las otras empresas que trabajan con el centro educativo tinerfeño son el estudio de videojuegos Drakhar (creadores de Hotel Transylvania o La patrulla canina) y la productora B-Water, una firma de 90 empleados propiedad del animador alemán Dirk Hampel, que en 2018 decidió trasladarse a Canarias. “Vinimos por los incentivos, pero terminamos quedándonos por la calidad de vida y la cantidad de talento local”, explica la directora general de la compañía, la colombiana Angélica García. ”Los alumnos que vienen aquí tocan producto real”, subraya, e incide en que la relación con el César Manrique “es clave: intentamos comentar con ellos dónde están más flojos los chicos y tratamos de lograr más flexibilidad en los docentes, para que se den cuenta de que los planes de estudio pueden pedir una cosa, pero la empresa pide otra”.
Eliseo Martín Mora admite que hay que corregir rigideces. “Lo vamos adaptando a las necesidades, eso sí. Incluso elaboramos ya los horarios de los profesores para lograr que los alumnos pasen el mayor tiempo posible en los centros de trabajo”. Esto permite que los estudiantes puedan acceder a este mercado. Así lo corroboran Álvaro Alonso y José María Frías, alumnos de primero de 23 y 19 años, respectivamente. “En Canarias solo hay dos sitios públicos donde podía cursar este curso, y si no, a una escuela privada...”.
El Gobierno de Canarias asegura que la FP Dual constituye una de las grandes apuestas educativas en una región con un 14,5% de paro, y una de las tasas más altas de desempleo juvenil del país. “Llevamos ya tiempo haciendo formaciones para tutores, para coordinadores, para todo el mundo”, asegura la directora general Formación Profesional y Educación de Adultos del Gobierno de Canarias, Rosario Gañán. “Nos estamos preparando para quitarnos el miedo a lo nuevo, y este año ya hemos incrementado un 76% los grupos, de 20 alumnos cada uno”. Gañán cita entre los avances del Ejecutivo la creación de la primera —y única hasta la fecha— estrategia regional de FP Dual conjuntamente con los agentes sociales, las federaciones de empresarios y los dos principales sindicatos; o la figura del prospector, (“los únicos en España”, asevera), a los que se le da una formación y se le asignan horas lectivas para llevar a cabo la búsqueda de empresas. ”Hemos dado 2,3 millones en becas en dual”, concluye la directora general, “y este año por primera vez dieron subvenciones a las empresas”.
La productora B-Water es la que más tiempo lleva trabajando con el instituto César Manrique y la que más alumnos ha ayudado a formar. “Cada vez terminan más preparados, más profesionales, para que se puedan dedicar a esto sin salir de sus islas”, asegura García. Y vaticina: “Uno de los alumnos se queda seguro. Puede ser que todos, pero eso ya se verá...”.
Por Guillermo Vega para El País de Madrid
No hay comentarios.:
Publicar un comentario