domingo, 15 de mayo de 2022

Discurso completo de Pichetto en Parque Norte


LANZAMIENTO DE LA PRECANDIDATURA DE MIGUEL ÁNGEL PICHETTO A LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN POR ENCUENTRO REPUBLICANO FEDERAL

Parque Norte, Buenos Aires, 13 de mayo de 2022

Quiero empezar agradeciendo las palabras de Florencia, una joven diputada nacional, y la expresión también de la mujer comprometida. Agradecer también las palabras de Ramón, que es un amigo de la vida, y de Juan Carlos, con el que compartimos también muchos años en el Senado de la Nación. Un exgobernador, gobernador de la provincia de Salta. Las grandes obras, esa gran provincia turística y roductiva, es un antes y un después de Juan Carlos Romero.

Quiero agradecer también el esfuerzo de muchos hombres y mujeres que nos apoyaron en este tiempo: el trabajo de la fundación que preside Eduardo Mondino, la Fundación Encuentro, agradecer a los apoderados del partido porque quiero decir esta tarde que tenemos partido nacional; gracias, Alberto, por estar acá, y tenemos también al partido del doctor Romero Feris, ayer también tuve una conversación importante con el Partido Conservador Popular. Estamos trabajando en una alianza de partidos para sumar a la propuesta del peronismo republicano y para consolidar la unidad de Juntos por el Cambio.

Esto no es una aventura personal, tiene como objetivo canalizar las ansiedades, las aspiraciones de muchos hombres y mujeres del peronismo que están decepcionados, que están frustrados por el destino, por la realidad de la Argentina, y también a muchos hombres y mujeres del centro nacional que convocamos a este espacio para vigorizar la propuesta, la única propuesta alternativa de cambio, reitero, que es Juntos por el Cambio. Agradecer a todos los compañeros, a Miguel Ángel Toma, todos los que han hecho posible, especialmente, un espacio de reunión, de trabajo y de apoyo solidario, fraternal, de Dante Camaño, de Carlos Villagra, que son expresiones del sindicalismo que nos acompaña, del mundo del trabajo que reivindicamos esta tarde.

Quiero decir que asumo el desafío, no le voy a rehuir. Es una manera también de ampliar la base de la coalición política. Recién Ramón dijo unas palabras muy importantes: a lo único a lo que eso se subordina es a la construcción de la unidad, del esfuerzo de la unidad para gobernar la Argentina. Si tenemos primarias en agosto, vamos a participar plenamente, con toda la fortaleza y asumiendo el liderazgo. La consigna es “Unidad e identidad”. Identidad en las ideas, una visión de país, una mirada hacia la Argentina del presente y del futuro que tenemos que construir, rescatando algunas visiones y miradas del pasado que son altamente positivas.

La Argentina, hasta mitad de los años 70, tenía el 3 % de desocupación. Los obreros desfilaban de overol blanco y pedían participación en las ganancias. Esa es la Argentina que tenemos que recuperar: la Argentina de la producción, la Argentina del trabajo. En este camino, vemos también emerger muchos liderazgos, o aspiraciones a liderazgos. A mí me parece bien, me parece positivo que eso surja, que se exprese. Hay algunos liderazgos que se construyen sobre la base de las encuestas, la imagen.

Algunos se construyen desde la única mera voluntad del que lo hace. Yo aspiro a construir un liderazgo de contenidos, de propuestas y de programas para la Argentina. El tema son las ideas. Tener una visión del país que nos merecemos, esa es la vocación que tengo, de aportar esto. Ideas que, además, venimos desarrollando aún en los momentos más oscuros; en los momentos de la cuarentena interminable: allí estuvimos dando la cara cuando muchos no estaban. Nuestra visión es recuperar la Argentina, una visión de un capitalismo moderno, inteligente, que tiene en el trabajo y la producción: “Todos a producir y a trabajar en la Argentina”, ese es el lema.

Tenemos que construir una relación armoniosa entre la empresa y los trabajadores. Sin empresa, no hay trabajadores. Nadie viene a un país a invertir en la Argentina si no tiene previsibilidad jurídica, seguridad, justicia y si la propiedad privada es un derecho secundario. Nadie va a venir a poner un peso acá. “Capitalismo” es una buena palabra, una gran palabra. Los países que crecen, se desarrollan, van para adelante, generan empleo digno, son capitalistas. Tenemos que recuperar el mundo del trabajo, que se contrapone a la cultura, a la visión del comunismo que, de ninguna manera, lo quiero decir bien claro, de ninguna manera es una palabra despectiva para los humildes, para los pobres que están viviendo, a lo mejor, una circunstancia dramática en la que el Estado tiene que colaborar… por un tiempo.

Por un tiempo. Lo que no vamos a avalar es la cultura y la ideología del pobrismo, es querer que esos sectores que son funcionales a un determinado proyecto político se retroalimenten, se consoliden en el tiempo, y que el único destino de la Argentina sea ser pobre, una Argentina uniformemente pobre y con planes para siempre. Ese no es el mundo que la Argentina requiere y necesita.

Estamos convencidos de que los jóvenes, hoy en la Argentina, desean un cambio profundo. Además, el mundo que nosotros hemos vivido, -el otro día lo conversaba con García Caffi, un hombre de la cultura-, él me decía: “Mirá, el mundo que nosotros conocimos no existe más. Hoy los jóvenes se comunican de otra manera, tienen otros códigos, resuelven los conflictos de otra forma, asumen con mucha más valentía y sin hipocresía”. Tenemos que comprenderlos y entenderlos, y tenemos también que construir un mensaje para ellos, y estoy convencido de que ningún joven quiere un plan. Los jóvenes quieren la posibilidad del trabajo, de construir un camino digno, de ayudar a su familia, de tener una familia, de tener un destino en la Argentina, que la opción no sea el plan ni tampoco la salida por Ezeiza. Tenemos que reconstruir esta visión, esta expectativa, esta esperanza para los argentinos y, de manera especial, para los jóvenes.

La educación es uno de los ejes más importantes, más centrales, que hacen una verdadera obligación del Estado. La Argentina de la igualdad, del ascenso social, del mérito, se construyó con la escuela pública, del guardapolvo blanco, con la escuela secundaria del saco azul, el pantalón gris y la corbata azul que nos identificaba a todos, y con la universidad pública gratuita para todos también, y eso lo tenemos que mantener y mejorar. Tenemos que asumir el debate de que la educación pública es un servicio esencial que no puede estar sometido a la presión de los sindicatos ni a los personajes como Baradel. El Estado tiene que tener la centralidad, y este un servicio esencial que no puede estar sometido a paros interminables donde los chicos pierden el año o pierden la capacidad de formars

Pasadas las 16 hs, Pichetto se subió al escenario escoltado por Ramón Puerta, expresidente y exembajador de la Argentina en España; Juan Carlos Romero, senador nacional, y Florencia Klipauka, diputada nacional.

El mundo del trabajo, repito, es nuestro objetivo. 

El esfuerzo para consolidar ese mundo es hacerlo con inteligencia, entendiendo que la tecnología también reemplaza empleo, que es imprescindible, y escuchen bien el concepto, modernizar las normas

del trabajo de cara a los jóvenes que tienen que ingresar al mercado laboral. No es lo mismo una pyme, una pequeña empresa, que una gran empresa. Por lo tanto, se requiere entender, comprender el momento que viven la Argentina y el mundo; por lo tanto, vamos a tener que hacer esfuerzos con los empresarios y con los trabajadores, con los representantes de nuestros sindicatos, para que lo comprendan, para que lo entiendan. No hay forma de tomar nuevos empleos y de que el mundo laboral formal crezca en la Argentina si no modernizamos las normas laborales.

Nuestra bandera es el crecimiento del empleo, el capitalismo con orden fiscal. Orden fiscal. No podemos gastar más de lo que recaudamos y no podemos seguir apretando al empresario, a las empresas, a que sigan pagando impuestos  precarizados, impuestos que configuran un verdadero disparate, único lugar del mundo que inventa impuestos para que paguen los mismos sectores. Cazan en el zoológico: el impuesto a las riquezas… El último gran invento de este gobierno es el impuesto a la renta inesperada. O sea, ni siquiera cuando te va bien te dejan tener rentabilidad. Te pegan duro, ¿eh? De los tres sectores del Estado, ¿eh?

Hace falta una reforma impositiva en serio, que aliviane a los sectores que producen, que toman empleo, que generan la actividad económica, que generan el mundo privado, la actividad privada, que es central para que un país pueda crecer. Así que, en este tema, es muy importante abordar este debate y esta discusión, porque la Argentina va a crecer con menor carga impositiva. Este es uno de los pocos países del mundo que cobra impuestos a los que exportan, a los que trabajan, exportan y generan divisas para la Argentina. Así que este tema es un tema que hace al corazón del proyecto productivo de crecimiento en la Argentina para generar empleo.

Estoy convencido de que la Argentina puede, que no es un país del África subsahariana, tampoco un país centroamericano, con todo el respeto que tengo por los países de Centroamérica. La Argentina tiene todo para ser un gran país, para volver a recuperar la senda del crecimiento, del desarrollo, del empleo, nuevamente, de valores que nos hicieron grandes en Latinoamérica: la cultura, la educación. Porque, además, 4 tenemos la agroindustria, la producción primaria, nuestro campo, todo lo que pueda ser de agregación de valor al agro, tenemos que exportar con valor agregado. Este gobierno le quería aplicar, y creo que le aplicó, un diferencial de aumento a la harina al aceite de soja. En realidad, todo al revés.

En la Argentina, todo funciona al revés. El día 1.º de mayo, la plaza estaba llena de gente que no trabajaba y que recibía un plan, en lugar de ser el lugar donde los trabajadores festejen el Día del Trabajo. En la Argentina es todo al revés. Les aplicamos más impuestos a los productos que tienen agregación de valor y mano de  y visitame obra argentina, y al poroto que va derecho a China para que lo elaboren ellos, a ese no. Es todo al revés.

Tenemos que regenerar la identidad nacional. Este es un tema casi espiritual. Tiene un valor fundamental, y en esto tiene que ver con la unidad nacional. La unidad nacional es un valor central: la idea de patria, de nuevo, la defensa de lo que significa el territorio, la soberanía territorial. Por primera vez, aparece en la Argentina un fenómeno que lo hemos visto en España, en algunos otros países europeos, que es la visión de un separatismo, la irada de un separatismo. Esto está ocurriendo en la cordillera.

Por si algunos no se enteraron, y si el gobierno no tomó nota, volvemos a decir lo que venimos diciendo desde hace bastante tiempo, ¿no es cierto, Florencia Arietto? 

Estamos trabajando con la Fundación Consenso Patagonia porque, en la Patagonia, en ese gran territorio de la Argentina, el 55 % del territorio nacional, hay hechos de terrorismo, de incendio de bosques, de ocupación ilegal de parques nacionales, de ocupación de propiedades privadas, de estos sectores denominados mapuches, pseudomapuches, que no son pueblos originarios. Los verdaderos pueblos originarios, que eran agricultores, eran los tehuelches, pero esto es un debate histórico más en

profundidad.Esto también está ocurriendo del lado chileno, con todo lo que es la zona de la Araucanía. Es cierto que Chile tiene una problemática más compleja: el 10 % de la población chilena, 1.600.000 de 16 millones, vienen de esos pueblos originarios mapuches, porque el mapuche es originario de Chile, no de la Argentina; es de Chile. Por lo tanto, este es un riesgo, porque no se resuelve este tema cediendo una parcela de tierra o una parte de Parques Nacionales.

Van por todo. Fueron por las tierras del Ejército Argentino en San Carlos de Bariloche, con la cobardía y connivencia de los jueces que intervinieron en la causa: la jueza subrogante de Zapala les cedió parte de donde está el Ejército y la Escuela de Montaña, que además se llama Juan Domingo Perón. Ciento ochenta hectáreas les regaló. Y el Ministerio de Defensa llegó tarde: o no dieron la orden, o la orden se perdió. Los auditores, la información que tengo, habían hecho la tarea. Había que presentar el recurso de apelación en tiempo y forma ante la Cámara Federal.

Resulta que el recurso fue rechazado porque fue presentado fuera de término. El ministro Taiana va a abrir una investigación para definir las responsabilidades. Lo que yo veo es que es una mirada del gobierno validante de todo este tipo de hechos. Parece que queda bien estar al lado de estos personajes que quieren un Estado autónomo dentro del territorio argentino. No estamos hablando acá de reconocimiento de una parcela de tierra, de un campo: estamos hablando de que no respetan la bandera, no respetan las autoridades nacionales, no cantan el himno y quieren un Estado autónomo. Primer hecho, ratifico, separatista, que en la Argentina está apareciendo como un fenómeno, y que hay que abordar con la ley, hay que abordar con las fuerzas de seguridad, hay que abordar con una fuerte presencia de la legalidad, del estado de derecho y, fundamentalmente, volver a recuperar la idea de la soberanía nacional, de la reivindicación de lo que es nuestro territorio, y cuidar la Patagonia. En un mundo complicado, los espacios vacíos alguien los ocupa.

El tema de la seguridad para nosotros es un tema fundamental. Aquí, en este escenario, con la Fundación Encuentro, con nuestros especialistas, con hombres experimentado, que han tenido una trayectoria en esta temática, como Miguel Ángel Toma, Jorge Pirra, nuestros especialistas, discutimos el tema del narcotráfico. Nosotros venimos a proponer a los argentinos que hay que federalizar todas las etapas de la investigación delictiva del narcotráfico. Hay que quitarles a las policías provinciales el narcomenudeo. No va más, muchachos, se acabó. No va más ese tema porque las policías provinciales se corrompen, toman ese tema como esquema de recaudación, y este delito tiene que estar totalmente federalizado.

Vamos a plantear la creación de una agencia federal, especializada en la lucha contra el narcotráfico; juzgados federales exclusivos, dedicados a la temática del narcotráfico y lavado de activos; cárceles especiales en el sur del país, de máxima seguridad, y aumento de penas. A los narcos hay que dictarles prisión perpetua. Es la única manera de frenarlos. Hay que crear una fuerza especializada y hay que llevar adelante penas para narcotraficantes que inmediatamente les quiten todos los bienes.

Tenemos que tener inteligencia criminal; por lo tanto, la nueva agencia tiene que nutrirse de jóvenes que se formen en la universidad, en informática, en tecnología, seguimiento del dinero, lavado de activos, todas las figuras que son propias de este delito, que ha crecido de manera descontrolada. En las grandes urbes, de manera descontrolada, con el epicentro en Santa Fe, Rosario, pero en la provincia de Buenos Aires, es tremendo lo que está pasando.

Hay que terminar con otro tipo de actividades que son ilegales, como las Saladas, como los desarmaderos de autos que, generalmente, vienen manchados con sangre de los chicos que matan para quitarles el auto en la puerta de la casa, delante de la mujer y los pibes. A esos hay que terminarlos. Tenemos que fortalecer a las fuerzas de seguridad con tecnología, con equipamiento, y, fundamentalmente, reivindicar acá, como política de Estado, la recuperación de la defensa nacional.

No hay destino para un país si no tiene fuerzas armadas preparadas con equipamientos y jerarquizadas con un salario digno. Los salarios de los militares de las tres armas son salarios que están en la proximidad, especialmente los oficiales intermedios o jóvenes, están ganando un poquito más que un plan. Realmente, tenemos que terminar con la historia del pasado. Toda la oficialidad y todos los suboficiales que están por vocación en las fuerzas armadas no tienen nada que ver con la historia de los 70. Basta con el odio, con el resentimiento. Respetamos los derechos humanos, pero basta con ese discurso. Hay que mirar a la Argentina para adelante, no con el espejo retrovisor.

Quiero también pensar y reflexionar en que es imprescindible, que cuando  hablamos de liderazgo de contenido, hablamos de una visión de país, y en esto, es muy importante y lo quiero rescatar acá, el equipo que tiene Fundación Encuentro en materia de relaciones internacionales. Tengo la suerte de contar con hombres y mujeres que han tenido una experiencia vital en cargos de relevancia, como embajadores. Nos está acompañando el vicecanciller de Guido Di Tella, Andrés Cisneros, Juan Pablo Lohlé. No me quiero olvidar de nadie. Tener una visión de cuál es la política internacional que tiene que tener la Argentina.

¿Qué pasa con la Argentina? La política internacional tiene que ver con cómo se maneja la política interna, donde hay verdaderas contradicciones, confrontación, odios, y donde hay una fuerte ideologización. Entonces, toda nuestra política internacional está cruzada por la ideología, por planteos… Perdón, está también Jorge Yoma, que fue embajador en Perú. No quiero hacer nombres para no tener problemas. Uno menciona y después omite presencias: Sánchez Arnau.

En fin, hay un montón de hombres y mujeres que fueron embajadores acá, y es muy importante porque forman la estructura del pensamiento de nuestra fundación y aportes también a Juntos por el Cambio. Yo quiero, en este sentido, rescatar algo de la historia también, porque, si bien miramos mucho el futuro, la historia de la democracia reciente nos hace ver que hubo dos líderes importantes, tanto el caso de Carlos Menem como Mauricio Macri, que hicieron diplomacia presidencial y que la hicieron con inteligencia, relacionando la Argentina con el mundo, interactuando con el mundo, poniendo la visión en la integración. 

El peor escenario para la Argentina es el aislamiento en el que estamos, o la construcción de discursos contradictorios. Hoy decimos una cosa, mañana votamos otra en la OEA, una cosa en Naciones Unidas. Nos seguimos relacionando con los dictadores más oscuros de Latinoamérica: con Maduro, con Cuba. Siempre Cuba, siempre está Cuba acá en la Argentina, desde los sesenta está Cuba en todos los temas. En la visión de la cultura, en la ideología, está Cuba, y tenemos que terminar con Cuba. La política internacional tiene que ser una política… y a mí me gusta cuando las ideas se reproducen, a mí me encanta, porque Jorge Luis Borges, este gran escritor argentino, decía que el plagio implica un honor y un reconocimiento al autor de las frases, palabras o ideas. Yo veo que muchos empiezan a tomar nuestras ideas, y bienvenidos, porque, cuantos más sean los que las reproduzcan, la Argentina va a comprender y entender cuál es el camino de salida. El camino de salida es, como dijimos, por el lado de la producción, del trabajo, y no por el lado del plan, no por el lado de que la Argentina es mejor si es más pobre.

Es por el lado del mérito, del valor del esfuerzo, del valor ascendente, de esta visión que hizo importante a la Argentina, de nuestros padres, que nos mandaban a estudiar a la facultad porque querían que los hijos fueran mejores que ellos. Esta es la visión. Y nuestra política internacional tiene que ser de integración, no de aislamiento. Fíjense en lo que está pasando en el Mercosur: el presidente nunca se reunió con el principal país, el más potente, el más grande, el país que es nuestro aliado estratégico, que es Brasil. ¿Por qué no se hizo esa reunión? Por cuestiones ideológicas. Realmente, es un grave error aplicar esta visión ideológica a la diplomacia, a la integración de la Argentina. Lo que debe primar siempre son los intereses, fundamentalmente, de esta gran estructura que fue el Mercosur, que diseñó primero Alfonsín con Sarney y luego Menem con Cardoso, ratificaron esta voluntad común de los Estados latinoamericanos del Cono Sur para construir juntos un bloque económico para poder exportar, para poder integrarse al mundo.

Acá estamos en riesgo porque tanto Brasil como Paraguay y Uruguay están mirando ya tratados de libre comercio, encuentros bilaterales con Canadá, con Estados Unidos, y nosotros seguimos encerrados en esta visión ideológica. El otro día vino un presidente de un país que visitaba la Argentina por primera vez, nuevo presidente de Ecuador, y, en el momento en el que estaba firmando compromisos, adendas, junto con el presidente argentino, volvimos a meter el tema de Venezuela y de Nicaragua:“Hay que convocar, hay que integrar”, dice nuestro presidente, “a Nicaragua y Venezuela”. 

Primero, que sean democracias. Primero, que respeten las libertades y los derechos humanos, porque lo que nos tiene que colocar en el mundo es con los países, repito, con Occidente. Ayer escuchaba a un economista importante que dijo: “Somos capitalistas y estamos en Occidente”. Muy bueno, realmente muy bueno. Realmente, a veces, las palabras valen en la Argentina, y las ideas valen. Hay que derrotar a los que tienen malas ideas, malas ideas que nos llevan al fracaso y a la decadencia. Hay que darles de baja de todos lados. De todos lados. Y con todos.

 En cuanto digo con todos, digo, y lo voy a decir, porque tampoco voy a rehuir esta discusión, este debate, algunos dicen: “No, Pichetto le pega a la Iglesia”. No es cierto. Soy un católico convencido. Yo quiero una Iglesia Católica fuerte, al lado de la Argentina, no una Iglesia clasista, no para un solo sector, para todos, y reconozco el valor y el contenido espiritual tanto de la palabra del Papa como de la Iglesia argentina. Tengo un gran respeto cuando el abordaje es espiritual porque, además, es dogmática y no tiene debate.

Ahora, cuando irrumpe con una visión que nos puede llegar a lesionar en el plano del crecimiento, de la economía, y parto de la base de que sí, que tiene que estar al lado de los humildes, por supuesto, al lado de los que más sufren, de los que menos tienen, pero, para ayudar a los que más sufren, a los que menos tienen, a los que no tienen nada, que reciben el plan y los someten en la indignidad, tenemos que construir el mundo del trabajo y de la producción en la Argentina.

Tenemos, volviendo al tema que me quedó pendiente, porque me parece importante, la recuperación de nuestras Fuerzas Armadas no tiene únicamente una mirada de la defensa del territorio, que por supuesto, es altamente importante porque estamos viendo lo que pasa en la invasión de Rusia con Ucrania. Hoy, los países poderosos pueden llegar a dominar a los más débiles, y si vos no tenés fuerzas armadas, tenés la puerta abierta para que se te vengan a meter en la Argentina, y la Patagonia es la zona productiva más vital que tiene la Argentina, más poderosa en agua, en petróleo, en gas.

Si la Argentina tiene destino, tiene que ver con los recursos que tenemos en la Patagonia, con el gas, con el petróleo de Vaca Muerta (Jorge Sobisch está acá conmigo; gracias, Jorge, por sumarte a esta propuesta), pero, además, es una propuesta federal, federal, federal. No es una propuesta para la república del AMBA.

Respetamos a los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires, que es una ciudad muy importante, que está bien gobernada, bien administrada, pero tenemos una mirada de toda la Argentina, de todo el territorio.

Nuestra visión es federal. Si no defendemos nuestra región, si no proyectamos todo lo que se requiere para poder tener el gas y poder exportar estaremos perdiendo una gran oportunidad. La Argentina tiene hoy grandes oportunidades. Esperamos que se pueda concretar el gasoducto desde Neuquén hacia Bahía Blanca, hacia el puerto de aguas profundas. Es muy importante para vender gas al mundo, y también tener autosuficiencia y dejar de importar gas. Argentina grandes potencialidades. Tiene una gran potencialidad también en la minería, y no hay que tenerle miedo. Como no hay que tenerle miedo a la palabra “capitalismo”, tampoco hay que tenerle miedo a la minería. Tenemos grandes proyectos mineros en el país; algunos tienen que ver con las nuevas tecnologías, con la reconversión de la industria automotriz.

Las minas de litio tienen que ver con la base central de la reconversión automotriz en el mundo, y tienen que ver con la lucha contra el cambio climático. Si no hacemos minería, no aprovechamos la oportunidad del litio en la Argentina. Si no hacemos minería, grandes yacimientos de oro y de planta siguen enterrados sin generar empleo, sin generar actividad y servicios, sin generar potencialidad de crecimiento y desarrollo en territorios vacíos. Por supuesto que hay que cuidar el medio ambiente, claro: el cambio climático, el medio ambiente, no depredar, no lesionar los bosques. En fin, en todas las obligaciones que tiene que tener un Estado comprometido. Por eso, nosotros hablamos de actividad privada, de capitalismo, pero también hablamos de un Estado comprometido con sus obligaciones principales.

Quiero reafirmar este compromiso. Nosotros no somos una hoja en el viento. Cuando di el paso de acompañarlo a Mauricio Macri en 2019, lo hice convencido de que había que consolidar una propuesta capitalista en la Argentina, de libertades, de progreso, aun a sabiendas de que había temas que, lógicamente, no se habían podido concretar. También estaba convencido de que la visión del kirchnerismo no se había actualizado, que era una visión vieja, que era una visión de los 50, de los 60, de los 70, esa mirada protochavista, de intervención. “Intervengamos el precio del maíz”; "Intervengamos, cuidado con el trigo”; “Vamos a cuidar la mesa de los argentinos”; “No dejemos exportar carne porque…”.

En fin, todo igual aumenta, y aumenta el doble. Se desactiva la producción, se desalienta al productor, se pierden divisas. Ese mundo de la intervención económica, de los cepos, de todas esas regulaciones absurdas, son las que traban el crecimiento de la Argentina, que impiden el trabajo, que impiden el crecimiento y que tienen que ver con la libertad. Cuando hablamos de libertad, no hablamos solamente de la libertad más importante, que es la libertad ambulatoria o física: estamos hablando de la libertad de comercializar, de crecer, de liberar toda la energía creadora que tienen los argentinos, los tecnólogos argentinos, que no se tienen que ir a Punta del Este, al Uruguay, tienen que quedarse acá. Jóvenes que son inteligentes, talentosos, que se han formado aquí.

La Argentina no puede ir a visiones impredecibles. Necesita de certezas. Juntos por el Cambio es el instrumento que puede dar certidumbre. Tenemos una mayoría parlamentaria importante en la Cámara de Diputados, hay un escenario de paridad, y estamos muy cerca en el Senado. Si ganamos la elección del año 23, la elección presidencial, y ganamos también la parlamentaria en la primera vuelta, tenemos mayoría en las dos cámaras. Si tenemos un programa sobre la base de estas ideas, que tienen que ver con la visión del capitalismo, del crecimiento, de la producción plena, de las libertades, de la defensa de la seguridad ciudadana, de la educación, yo creo que vamos a estar construyendo una expectativa realmente muy importante para el país.

También es importante terminar con ese mundo que es un emprendimiento económico que no tiene riesgos, que es casi uno de los unicornios más importantes que tiene la Argentina, donde la plata la pone el Estado y donde los que se la llevan son los gerentes de la pobreza. Hay que terminar con ese mundo oscuro. Tenemos que ir al mundo del trabajo. ¡Vamos, Argentina! ¡Vamos, que podemos! ¡Argentina puede! 

Salón Fresno, Golden Center, Parque Norte 13 de mayo de 2022.

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