Fernando Fuentealba adquirió un hotel en 2004 en Bío Bío al sur de Chile e intenta sobrevivir a la escalada violenta de los ataques de los grupos mapuches.
Fernando Fuentealba siente que ya hizo todo lo que un civil puede hacer para controlar los ataques mapuches en su vecinidad. El creador de la “Fundación de Víctimas de la Violencia de la Macrozona Sur de Chile”, contó acerca de las amenazas y ataques que recibió al intentar establecer su complejo hotelero en la provincia Bío Bío.
En entrevista con Karina Mariani en el ciclo Contra Reloj del Centro de Estudios Libertarios (CEL), el empresario confesó que no tiene paz desde que se trasladó en 2004. “Todo marchaba maravillosamente, pero en torno al año 2008, el lugar se transformó en una verdadera pesadilla”, relató Fuentealba, apuntando contra a los “grupos de ultraizquierda, con ideas separatistas” que supuestamente comenzaron a poblar la región.
Según el empresario, los primeros ataques fueron dirigidos a la silvicultura, los pequeños agricultores, comerciantes y emprendedores turísticos. El argumento de los agresores, dice Fuentealba, era que buscaban “la recuperación del territorio mapuche”.
Lo que más teme el empresario es la organización armada de los grupos originarios, a los cuales define como “terroristas”, debido a los archivos capturados de la FARC (guerrilla colombiana) en 2010. Allí, supuestamente se demostraba que varios líderes mapuches estaban siendo enviados a Colombia para recibir entrenamiento militar.
Fuentealba se demuestra desesperado porque esto significaría que “no es un tema de reivindicación mapuche, es un tema de terrorismo, de crimen organizado que atenta directamente a la seguridad interna de nuestro Estado”.
Debido a los múltiples ataques armados y a la escalada de violencia de las agrupaciones mapuches contra los negocios locales y dueños regionales, Fuentealba reinvidicó la creación de su fundación como una comunidad representativa de lo que los vecinos del área reclaman.“Creé la Fundación para tener personería jurídica y que el gobierno escuchara mis reclamos”, contó. Llegó a reunirse con intendentes, gobernadores y hasta con el presidente de entonces, Sebastián Piñera. Pero esto tampoco logró traerle paz: “Eso me valió dos ataques armados y la quema de mi hotel en mayo pasado”, dijo.
Fuente: Diario 26
No hay comentarios.:
Publicar un comentario